El 5 de junio, Bahréin, Arabia Saudí, Egipto, Yemen, Libia, EAU y las Maldivas anunciaron que rompían relaciones diplomáticas con Catar.
El conflicto entre Doha y otros países de la región se desató después de que la agencia de noticias catarí QNA difundiera unas supuestas declaraciones del emir de Catar en las que se mostraba a favor de normalizar las relaciones con Irán.