"Se conoce que estos países intervinieron en los asuntos internos de una serie de Estados y apoyaron a las organizaciones terroristas, liberando de cárceles a los terroristas", dijo Al Thani al intervenir ante la Asamblea General de la ONU.
En particular, Al Thani comunicó que Catar destinó dinero para la educación de siete millones de niños en todo el mundo para evitar que caigan bajo la influencia de la ideología extremista.
A la vez, el emir catarí volvió a llamar a los países árabes a un diálogo sin condiciones previas y subrayó que a partir del inicio de la crisis Doha ha estado abierta al diálogo, a pesar de un bloqueo "injusto" que afecta negativamente a la economía del país y viola los derechos humanos.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Egipto, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar y suspendieron todas las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con la pequeña monarquía del golfo Pérsico, a la que acusaron de patrocinar el terrorismo.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar 13 condiciones, entre ellas el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca.
El Gobierno de Catar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.