El caza polivalente F/A-18 Super Hornet, perteneciente a las fuerzas de
la coalición internacional liderada por EEUU, destruyó un avión de
combate sirio en las proximidades de la localidad de Al Raqa.
La coalición internacional puso como excusa que el Su-22 estaba
bombardeando las posiciones de las Fuerzas Democráticas de Siria.
Además, calificó el derribo como un "acto de defensa".