Pese a que el Pentágono aún no ha publicado detalle oficial alguno sobre el incidente aéreo, Majumdar señala que es posible que el avión de combate estadounidense F-18 atacara al Su-22 sirio con un misil aire-aire AIM-9X.
"La cuestión que sigue siendo abierta es: '¿cómo logró engañar el piloto del Su-22 a los AIM-9X mediante el uso de bengalas?'. Hay que recordar que el misil esté equipado con un buscador infrarrojo", enfatiza el columnista.
Majumdar asevera que el AIM-9X está realmente considerado como un misil moderno. No obstante, estos datos no se corresponden con los niveles de eficiencia exigibles en un combate aéreo.
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Además, el especialista de National Interest agregó que el avión de la Fuerza Aérea siria fue derribado por un proyectil mucho más potente, el AIM-120 Amraam, que no había colmado las expectativas durante los combates aéreos reales. Tras su estreno durante la operación militar Tormenta del Desierto en Irak, el Amraam fue empleado solo 13 veces, pero logró impactar en el blanco únicamente en seis de ellas.
La coalición internacional puso como excusa que el Su-22 estaba bombardeando las posiciones de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS). Además, calificó el derribo como un "acto de autodefensa".
El Ministerio de Exteriores ruso condenó las acciones del mando estadounidense y, como parte de su respuesta, cesó la colaboración con EEUU, ejemplificada hasta entonces en el memorando para prevenir incidentes aéreos en Siria.
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Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso calificó el incidente como "una cínica violación" por parte de Washington de "la soberanía de Siria".
