El 29 de agosto, un grupo de antiguos rebeldes de las FARC, encabezados por Luciano Marín Arango, más conocido por su seudónimo 'Iván Márquez', anunció que retomarían las armas. Según el líder rebelde, en estos dos últimos años más de 500 líderes comunitarios fueron asesinados en las comunidades más pobres del país y 150 guerrilleros murieron en medio de la indiferencia del Estado.