"El Consejo Político Nacional [de FARC] dispone acoger en su totalidad las disposiciones de la Comisión Nacional de Ética y Disciplina sobre quienes manifiestan su abandono del Proceso de Paz", según las cuales "se recomienda aplicar el 'Artículo 10º. Sanciones', en sus numerales: 'D. Separación definitiva del partido en caso de faltas gravísimas. E. Expulsión en caso de faltas gravísimas'", anunció la FARC en un comunicado.
Según el partido, la medida cobija a Luciano Marín Arango (Iván Márquez), José Manuel Sierra Sabogal (Aldinever), Seuxis Paucias Hernández Solarte (Jesús Santrich), José Vicente Lesmes (Walter Mendoza), Hernán Darío Velásquez Saldarriaga (Óscar Montero) y Henry Castellanos Garzón (Edison Romaña), y otros excombatientes quienes el pasado 29 de agosto anunciaron su rearme en un video publicado en YouTube.
"El anuncio del rearme desconoce nuestras instancias de dirección nacional, nuestros principios organizativos de dirección colectiva y centralismo democrático, los postulados disciplinarios establecidos en el Estatuto, en el Código de Ética, y en fin, todos los lineamientos políticos y principios en materia disciplinaria", indicó el Consejo Político de la FARC en su comunicado.
Asimismo, señala que considera una afrenta usar el nombre de FARC para incumplir lo pactado en La Habana y que rehusarse a cumplir el Acuerdo de Paz aleja a la disidencia comandada por Márquez de los compromisos adquiridos.
"Solo ellos y no nuestro Partido serán responsables de las consecuencias de sus actos a partir de la fecha de su pronunciamiento", concluye el comunicado.
Márquez señaló que "la continuación de la lucha guerrillera" se da "en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz de La Habana", firmados en noviembre de 2016 y que permitió la desmovilización y desarme de los integrantes de FARC a mediados de 2017.
Tras ese anuncio la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP, tribunal de paz) de Colombia expulsó el pasado 4 de octubre de ese sistema a Márquez, y a José Manuel Sierra y Henry Castellanos, a quienes señaló de incumplir el Acuerdo de Paz.
Según el Gobierno y la FARC, en la actualidad cerca de 11.000 exguerrilleros se mantienen en el proceso de desmovilización y reinserción a la vida civil mediante programas estatales, por lo que sólo una pequeña cantidad de excombatientes han retomado las armas.