El 20 de agosto, Alexéi Navalni se sintió mal durante un vuelo de la ciudad rusa de Tomsk a Moscú, lo que obligó al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia en Omsk. El opositor fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital local, donde quedó internado en coma y con ventilación mecánica.

Su portavoz Kira Yarmish deslizó que fue envenenado con alguna sustancia puesta en su té, lo único que había tomado por la mañana en el aeropuerto. Según afirmaron los médicos del hospital de Omsk, Navalni sufrió "un trastorno metabólico", que podría ser causado por "una fuerte caída del azúcar en sangre en el avión, lo que provocó la pérdida del conocimiento".

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