Puerto Rico entró en suspensión de pagos el 3 agosto, al no abonar 58 millones de dólares a sus acreedores.
La isla de más de 3,6 millones de habitantes tiene una tasa de
desempleo del 12%, el doble que el promedio de Estados Unidos, y la
mayor deuda per cápita de todos los estados de la Unión, que asciende a
72.000 millones de dólares, equivalentes al ciento por ciento del
Producto Interior Bruto (PIB) anual.