El legislador describió como desesperada la situación de Puerto Rico, con decenas de escuelas a punto de cerrar, hospitales sin tratamiento para el cáncer de los niños o gente que debe pagar "cash" su tratamiento diario de diálisis.
"Un doctor al día está dejando Puerto Rico", dijo Durbin en un momento de su intervención.
"El plazo del 1 de julio (cuando vence un tramo de la deuda) no puede ser una excusa para abdicar nuestras responsabilidades", dijo Menéndez.
El demócrata aseguró que la creación de la junta de control sólo servirá para cerrar más escuelas, y privatizar y vender las riquezas naturales de Puerto Rico.
"Por mucho tiempo hicimos que Puerto Rico fuera la excepción, tratando a los puertorriqueños como súbditos y no como ciudadanos", añadió Menéndez.
El debate de la ley fue aprobado por 68 votos a favor y 32 en contra, permitiendo el cierre del debate en el Senado, etapa clave que garantiza su votación definitiva.
Esta votación debería realizarse antes del 1 de Julio cuando vence un tramo de 2.000 millones de la deuda puertorriqueña.
La ley PROMESA implica la creación de una junta de control que supervisaría la reestructuración de parte de la deuda de la isla y tendría poderes superiores a los del Gobierno de Puerto Ricos.
Este organismo tiene poderes para llevar a cabo un plan de ajuste del gasto público y subir los impuestos, entre otros.
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Puerto Rico afronta una deuda pública de 70.000 millones de dólares que las propias autoridades del Estado Libre Asociado de EEUU consideran "impagable".