"Este reconocimiento de que la deuda es impagable no es un asunto político, sino de matemáticas", dijo García Padilla en una entrevista con el diario The New York Times, publicada el 29 de junio de 2015.
Al mismo tiempo que reconocía la imposibilidad de afrontar la deuda, estimada en unos 73.000 millones de dólares, el gobernador portorriqueño advirtió que el Gobierno pronto se quedaría sin dinero para operar.
Ese mismo día, la Casa Blanca anunciaba que no estaba en los planes de Washington implementar un "rescate" de Puerto Rico, que para entonces ya cargaba con el mote de la "Grecia del Caribe".
Código de quiebras
"Ciertamente creemos que es algo a lo que el Congreso debería echar un vistazo", decía el 7 de julio el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Una semana después comenzaban las reuniones entre el Gobierno de Puerto Rico y sus acreedores para la reestructuración de la deuda.
Uno de los aspectos más polémicos del rescate que estudia el Congreso es crear una junta de control de gastos, que establezca las prioridades del presupuesto a fin de asegurar el pago de la deuda y que estaría por encima del Gobierno de Puerto Rico.
Plan de ajuste fiscal
A principios de septiembre el Gobierno portorriqueño presentó su Plan de Ajuste Fiscal, cuestionado por diversos especialistas que advertían que este llevaría al país al estancamiento económico.
"No es un plan que vaya a mejorar la economía de Puerto Rico; muy por el contrario, lo que va a hacer es que la economía siga contrayéndose y sigamos todavía en este estancamiento económico", comentaba a Sputnik Nóvosti la expresidenta de la Asociación de Economistas de Puerto Rico, Martha Quiñones.
El plan incluía importantes recortes en educación, salud y beneficios laborales, al tiempo que establecía una serie de aumentos impositivos y habilitaba la participación de capitales privados en áreas que históricamente habían sido de gestión exclusiva del Estado, como el caso de la energía eléctrica.
Un nuevo plazo
El domingo 1 de mayo, fecha en que se vencía un nuevo plazo para que Puerto Rico pagara otro tramo de su deuda, este por 422 millones de dólares, García Padilla anunció que invocaría la Ley de Moratoria.
Así, Puerto Rico pagó solo 55 de los 422 millones de dólares que adeudaba; 22 millones en concepto de intereses y 33 millones a deudas con cooperativas.
Los 367 millones restantes quedan sin pagar y "a merced de una negociación voluntaria con los acreedores" que será extremadamente difícil, advirtió el gobernador.
Este lunes García Padilla volvió a pedir al Congreso estadounidense que permita a la isla reestructurar su deuda pública.