El gobernador había anunciado el domingo en mensaje televisado que decidió invocar la Ley de Moratoria, por la cual la isla incumplió con un importante pago de su deuda pública que vencía el fin de semana.
García Padilla explicó este lunes que el Gobierno de Puerto Rico tomó en 2011 préstamos de vencimiento a corto plazo que vencían el domingo, pero sin que se implementaran "mecanismos para obtener los fondos para pagarlos" y detalló que, de los 422 millones de dólares que vencían el domingo, se pagaron solo 22 millones correspondientes a intereses y 33 millones a deudas con cooperativas.
Los 367 millones restantes quedan sin pagar y "a merced de una negociación voluntaria con los acreedores", que será extremadamente difícil, advirtió el gobernador.
Al ser un Estado Libre y Asociado, Puerto Rico carece de soberanía para reestructurar sus obligaciones.
Solo si el Congreso estadounidense reforma la federal Ley de Quiebras, Puerto Rico podría tener esas facultades.
"Las consecuencias las he explicado muchas veces: va a haber un sinnúmero de litigios… Vamos a caer en manos de jueces de aquí y de afuera, de Puerto Rico y de otras partes de los EEUU", indicó el gobernador.
García Padilla criticó a los congresistas estadounidenses que se niegan a reformar la Ley de Quiebras.
"No nos lo merecemos, nos insultan algunos congresistas que dicen que Puerto Rico se metió por sí solo en el lío y entonces debe salir por su propia voluntad", afirmó.
García Padilla insistió en que si el Congreso de EEUU no aprobaba un proceso de reestructura para la isla, el Gobierno puertorriqueño deberá embarcarse en negociaciones voluntarias que serán "muy complicadas".