“Los pagos del servicio de la deuda de hoy reflejan nuestro compromiso de honrar nuestras obligaciones a pesar de los desafíos fiscales extremos que enfrentamos, en un esfuerzo para facilitar un proceso de reestructuración voluntaria con nuestros acreedores”, indicó en un comunicado la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento, Melba Acosta, después del desembolso.
Mientras tanto, el Senado de Estados Unidos estudia una petición del Gobierno puertorriqueño para que le permita acogerse a la ley de quiebras con el argumento de que los 70.000 millones de dólares que debe son impagables.
El presidente estadounidense Barack Obama pidió al Congreso que aceptara que Puerto Rico se acogiera a la ley de quiebras para suspender pagos, pero es poco probable que la mayoría del opositor Partido Republicano en el Congreso acepte esta salida.
El 4 de agosto, el Gobierno de Puerto Rico se declaró incapaz de hacer frente al pago de 58 millones de dólares de uno de los tramos de su deuda, recibiendo así el nombre de la “Grecia del Caribe” por parte de la prensa.
Al no ser un estado de Estados Unidos, el territorio no tiene acceso a las ayudas que podría prestarle tanto el Congreso como la Casa Blanca.