Numerosos países, con excepciones como China, condenaron en términos enérgicos la operación militar de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales. Numerosas firmas europeas y estadounidenses cerraron sus operaciones comerciales en Rusia ante las dificultades que generaron las sanciones impuestas por sus Gobiernos que obstaculizan las transacciones comerciales y la cadena logística.