En junio de 2013, el exagente de la NSA, Edward Snowden filtró a los
periódicos The Washington Post y The Guardian documentos clasificados
sobre programas globales de cibervigilancia a cargo de los servicios
secretos de EEUU y Reino Unido.
Después de las revelaciones de Snowden, el Gobierno de EEUU recibió
un aluvión de críticas por entrometerse en la vida privada de los
estadounidenses.