Según Obama, “desde 2014, en consonancia con el decreto presidencial, fueron tomadas medidas y el Gobierno estadounidense no emprende acciones que puedan dañar las relaciones de confianza con Japón”.
Por su parte, el primer ministro nipón manifestó que si la información sobre el espionaje “es verdad, tambaleará la confianza” entre los dos países.
Sin embargo, Suga no contestó a la pregunta si de este modo Obama confirmó la escucha, solo citó las palabras del primer ministro de que Japón exige prestarle los resultados de la investigación.
El pasado 31 de julio el portal de filtraciones WikiLeaks publicó la denominada lista Target Tokyo con los nombres de 35 altos cargos nipones los que supuestamente fueron objeto de espionaje por los servicios secretos de EEUU.
Según WikiLeaks, la vigilancia se realizó al menos durante un año (entre 2006 y 2007).
Entre los posibles afectados figuran funcionarios del Gabinete de Ministros, el Banco Central, el Ministerio de Finanzas, de Economía, de la Industria y otros.