El referéndum del 1-O se vio marcado por la violencia policial, que dejó 893 heridos, según el Departamento de Salud catalán.
El Gobierno central insiste en que no ha habido referéndum, mientras que el Partido Popular calificó de "gran farsa" la cifra de heridos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, invitó sin embargo a todos los partidos políticos a iniciar un diálogo.