"Si, a pesar del diálogo político, el Gobierno catalán declara unilateralmente la independencia, el Gobierno de México, en apego al derecho internacional, no reconocerá a Cataluña como un Estado independiente", dijo el secretario de Relaciones Exteriores ante los miembros de la Cámara Alta de su país.
El ministro se pronunció por "una solución pacífica, por la vía de la legalidad, en la que todos los involucrados consigan superar sus divisiones con pleno respeto a la Constitución española y a las instituciones del Estado".
Videgaray recordó, según la reseña de su comparecencia difundida a la prensa, que "México ha seguido cuidadosamente los recientes acontecimientos en Cataluña y lamentó los hechos de violencia ocurridos el 1 de octubre", cuando Cataluña celebro un referéndum independentista que fue declarado ilegal por el Tribunal Constitucional español.
"México es un aliado fundamental y un amigo de España", señaló el diplomático, al tiempo que añadió que ese país europeo es "entrañable para México, con el que nos une la historia y las oportunidades en el presente y en el futuro".
El presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont, validó el resultado del referéndum del 1 de octubre, y reafirmó su voluntad de "asumir el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de República".
Sin embargo, solicitó al parlamento catalán dejar en suspenso la declaración de independencia para lograr antes "un diálogo que haga posible llegar a una negociación acordada" con España.
La sesión del Senado mexicano fue convocada para examinar el informe anual del presidente Enrique Peña Nieto sobre su política exterior.