"Una vez más el gobierno del presidente Donald Trump incurre en una injusticia con esta medida absurda que afecta a los ciudadanos de a pie, ¿cómo vamos a viajar a un tercer país para solicitar una visa que nos permita entrar en Estados Unidos?", preguntó en la Calle E, en El Vedado, la ingeniera en ciencias informáticas Yanaris Bravo Lima al comentar la nota publicada ayer por la legación diplomática de Washington ante La Habana.
Según Bravo, se trata de una forma más de limitar en todos los sentidos a quienes desean visitar a familiares que residen en la nación del norte.
"No les resulta suficiente que aquí en La Habana solo entregaban un número limitado de visas cada día, y que muchas personas pagaban por anticipado su dinero en dólares y al final tenían que regresar frustrados a sus casas porque se les denegaba la autorización para encontrarse con sus seres queridos", añadió la ingeniera.
Con el pretexto de la defensa de los derechos humanos, sentenció Bravo, "Trump y su administración crean un problema más a las personas que viven en la tierra en la que nacieron para que no se puedan encontrar con sus familiares, verlos y compartir, es ilógico e inhumano en todos los sentidos".
El trabajador de la Unión Nacional Eléctrica Luis Horta Torres, por su parte, evaluó de "dos pasos atrás en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos" la nueva decisión del Departamento de Estado.
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Vestido con un over-all azul, con un destornillador y unas pinzas en las manos, el mestizo de mediana estatura y unos 50 años expresó que ese tipo de política agresiva era de esperar por parte de una administración republicana.
"Están echando por tierra todo lo que hizo el gobierno de Barack Obama, con sus manchas, pero al menos en la dirección de disminuir las tensiones y avanzar hacia una convivencia normal", razonó Horta.
Según la nota publicada por la embajada de Estados Unidos en La Habana, la nueva medida se adoptó tras los inconvenientes ocasionados por la retirada de la mayoría de los funcionarios de ese país por supuestos 'incidentes de salud', acción que rechazó la cancillería de la mayor de las Antillas por considerarla precipitada.
Agrega la información que en este momento se determina cuándo comenzarán a ser programadas las entrevistas para solicitantes cubanos en Bogotá y aclara que si el Centro Nacional de Visas (CNV) no había planificado aún la cita del interesado, lo hará directamente para la capital del país suramericano.
Añade el documento que si la petición fue enviada a la embajada en La Habana y si la persona aún no se ha entrevistado, o si ya se produjo el encuentro y solo falta la respuesta, el solicitante recibirá instrucciones adicionales 'próximamente', sin precisar plazos probables para concretar esta gestión.
Medios de ciudades estadounidenses con gran presencia de cubanos desde el siglo XIX como el diario Tampa Bay Times, de Florida, informaron también hoy sobre el nuevo plan de Washington para emitir visas mientras esté suspendido el servicio de su misión en la isla.
Según esa fuente, los residentes en Cuba que aspiran a obtener visas de no inmigrante pueden solicitarla en cualquier embajada o consulado estadounidense en el extranjero, pero deben estar físicamente presentes en el país al momento de la solicitud, advierte el comunicado.
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Indica el escrito que las únicas solicitudes de visa de no inmigrante que se podrán procesar en la embajada de Estados Unidos en la capital cubana son las diplomáticas u oficiales, o casos de emergencia muy raros, como cuando quien la demanda tiene una enfermedad que amenaza la vida y requiere tratamiento en Estados Unidos.
Admite el mensaje de la diplomacia norteamericana al Tampa Bay Times que este es un "cambio significativo" y un inconveniente para los solicitantes de visado.
El departamento de Estado oficializó el 3 de octubre último la expulsión de 15 funcionarios de la embajada de Cuba en la capital de Estados Unidos, después que el 29 de septiembre esa agencia federal retiró el 60% de su personal en La Habana debido a supuestos "incidentes acústicos" que afectaron su salud.
Sobre el particular, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, expresó en rueda de prensa el 3 de octubre que las autoridades estadounidenses solo aportaron información "tardía, fraccionada e insuficiente" acerca de las alegadas afectaciones a la salud de sus diplomáticos en la isla y sobre la base de ese pretexto expulsaron a los funcionarios de la mayor de las Antillas que cumplían misión en Washington.
Con anterioridad, durante una reunión en Washington con su par norteamericano el 26 de septiembre, Rex Tillerson, el ministro cubano lo instó a no politizar este asunto y a evitar decisiones apresuradas, sin sustento en evidencias ni resultados investigativos concluyentes, que podrían afectar las relaciones bilaterales.