"Este incidente implica un enfriamiento del proceso, que aún cuenta con muchas restricciones y necesita de medidas en el Congreso de Estados Unidos, e incluso pueden esperarse algunos retrocesos en los próximos meses" en las relaciones entre La Habana y Washington, señaló Bartesaghi.
El Gobierno de EEUU ordenó el pasado martes la salida de 15 representantes diplomáticos cubanos, mientras que a finales de septiembre decidió reducir en más de la mitad el personal de su embajada en Cuba, suspender los viajes oficiales, recomendar a sus ciudadanos que eviten visitar el país caribeño y dejar de emitir visados a cubanos que deseen viajar a territorio estadounidense.
Las medidas obedecieron a los presuntos "ataques sónicos", aún de origen desconocido, que ocasionaron desde 2016 supuestos problemas de salud a 22 diplomáticos estadounidenses en Cuba.
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La posición de la administración de Trump, continuó Bartesaghi, "confirma una visión más revisionista de la política seguida por (el presidente Barack) Obama con Cuba".
En julio de 2015 se restauraron los lazos diplomáticos y se procedió a la reapertura de embajadas en Washington y en La Habana.
A partir de ese momento, la administración de Obama puso en marcha una serie de medidas para reducir el impacto del embargo económico a Cuba, que todavía sigue vigente y que solo puede derogar el Congreso.
Pero en junio de este año, Trump anunció en un discurso en Miami, un cambio de política hacia Cuba, "con efecto inmediato", dando así marcha atrás al acercamiento planteado por Obama e insistiendo en que el embargo se mantendrá.
"Es cierto que tanto en la campaña como en los primeros meses de Gobierno, la política (de Trump) con Cuba no ha sido la prioridad de la nueva administración, la que cabe recordar tiene muchos frentes abiertos; este tema es muy sensible en Estados Unidos en las dos direcciones", señaló el experto.
Mientras otros entienden que una buena relación con la isla "supone tener un mejor vínculo con América Latina, que tampoco parece una prioridad para Trump desde el momento en que sigue con México una política muy agresiva, tanto en el plano comercial, como en el migratorio y de seguridad", dijo.
Por otro lado, muchos votantes estadounidenses, principalmente los del estado de Florida (sureste), se han mostrado en contra de la política seguida por Obama con Cuba, recordó.
"Trump tiene interés en responder a este universo de votantes debido a su debilidad interna", sostuvo el profesor uruguayo.
Por el momento ni EEUU ni Cuba han logrado determinar en sus respectivas investigaciones la causa de los supuestos ataques sónicos.