Daniel Méndez Morán, periodista español radicado en Pekín, editor del portal Zai China y profesor del Máster Universitario de Estudios Chinos en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, cree que las diatribas de Trump contra China durante la campaña electoral no preocupan demasiado en la República Popular: "hace años que los dirigentes chinos se han dado cuenta de las diferencias entre un candidato y un presidente; desde hace 20 años, en las elecciones estadounidenses los candidatos se muestran siempre muy duros y muy críticos con China, pero cuando llegan al poder se impone la 'realpolitik' y el pragmatismo. Los últimos presidentes estadounidenses —Clinton, Bush, Obama— no cumplieron las amenazas vertidas contra China durante sus campañas electorales".
Pero fue muy duro en cuanto a la competencia comercial
Durante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima, Jinping llamó a profundizar los lazos de desarrollo con Latinoamérica, ¿la aparición de Trump no obstaculiza esos planes?
Para países como Brasil y Argentina, que hoy se alinean con EEUU en la región, ¿cómo afectan las maniobras chinas?
¿Pueden afectar a la relación ruso-china, que en los últimos tiempos había registrado un mayor acercamiento, los vínculos que Trump quiere establecer con Moscú?
Rusia y China, por su parte, aunque coinciden en algunos temas y están unidos por los BRICS, por su frontera compartida, por cuestiones energéticas y por su rol en Asia Central, divergen en muchos otros. Hay entre Moscú y Pekín enormes rencillas históricas, conflictos territoriales y mucha desconfianza.
¿Hay un estancamiento en los BRICS en este contexto?
Hay estancamiento de los BRICS, pero sobre todo debido a la mala situación económica en Brasil y Rusia. Los BRICS nacieron gracias al espectacular crecimiento económico de las últimas décadas y a las perspectivas de que estos grandes países en desarrollo seguirían aumentado su importancia económica global. Esta imagen se vio reforzada tras la crisis de 2008, cuando frente al decrecimiento en Estados Unidos y Europa, los BRICS parecían los únicos que estaban resistiendo la crisis y ofrecían nuevas oportunidades de negocio y organización internacional —el G-20, la reforma del sistema de votos del FMI, etc.—.
En todo caso, el triunfo de Trump creo que ofrece nuevas oportunidades a los BRICS. Un Estados Unidos aislacionista, agresivo y proteccionista va a facilitar —o convertir en una necesidad— la unión de los grandes países en desarrollo. Hay que tener en cuenta que precisamente uno de los puntos de unión de los BRICS es su desconfianza de Washington. Con Trump esta desconfianza va en aumento.
¿Cuál es la posición china con respecto al TPP?
Cuando he hablado con diplomáticos chinos, nunca se han mostrado beligerantes o disconformes con el TPP. A mí siempre me han comentado que ellos lo estaban estudiando, que les parecía interesante y que en algún momento les gustaría poder cumplir con esas normas más estrictas que a día de hoy no pueden cumplir.
En la cuestión interna, ¿el Gobierno chino está tomando medidas para evitar una retracción en su economía, como auguran en Occidente?
China lleva tomando medidas en este sentido desde la crisis de 2008 y en especial en estos últimos años. En ocasiones son medidas casi invisibles, paulatinas, que no reciben la atención de los medios de comunicación occidentales; pero no hay duda de que se están haciendo esfuerzos para equilibrar la economía y avanzar en el cambio de modelo productivo.
Xi Jinping acaba de visitar Chile para asistir a la Cumbre de Líderes de Medios de Comunicación, organizada por la CEPAL, y ratificar un acuerdo estratégico con el país gobernado por Michelle Bachelet. Este avance chino en el 'patio trasero' de Washington no es novedoso, pero sí pronunciado, en el contexto postelectoral estadounidense. Además, se produce en un momento en el que se abren grandes interrogantes en la escena internacional, que aún continúa inmersa en una crisis económica a la que no encuentra salida.
¿La presencia de Xi Jiping en Chile con la CEPAL?
La presencia de Xi Jinping en Chile encaja con el viaje del presidente chino a Lima para la reunión de la APEC. No creo que tenga nada que ver con Trump; es bastante obvio que ya estaba planificada con antelación, como su paso por Ecuador.
Cuadro con datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)
"El comercio de bienes entre América Latina y el Caribe y China se multiplicó 22 veces desde el año 2000 y alcanzó su máximo histórico en 2013, tras lo cual ha experimentado dos años consecutivos de caídas. Entre 2013 y 2015 el valor de las exportaciones de la región cayó un —23%, algo que se explica por la desaceleración del crecimiento de China, que ha repercutido en una menor demanda y pronunciados descensos de los precios de las materias primas que componen el grueso de la canasta exportadora regional a dicho mercado.
El Plan de Cooperación 2015-2019 aprobado en la Primera Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, celebrada en Pekín en enero de 2015, incluye 500.000 millones de dólares de comercio y 250.000 millones de dólares de 'stock' de inversión extranjera directa (IED) recíprocos".