"Estos países [Chile, Perú, México] buscan una alternativa a EEUU en la dinámica región Asia-Pacífico, y en primer lugar ven una nueva fuerza a la cabeza: China. […] Xi Jinping consiguió activar el proceso de creación de un área de libre comercio en la región Asia-Pacífico. Naturalmente, todos estos países buscan la posibilidad de enfrentar desafíos económicos y estabilizar la situación. Por otro lado, los jefes chinos busca nuevos caminos y nuevos mercados para exportar y para invertir", explica Alexandr Jarlámenko, jefe del centro de investigación del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Rusia.
Otro punto clave es que durante la campaña electoral de Donald Trump, recientemente elegido nuevo presidente, se oyeron muchas consignas contra Beijing. Trump incluso prometió incrementar los aranceles a los productos importados desde China hacia EEUU. Esto no puede sino agravar la situación, lo que se puede verse reflejado en la relación del país asiático con América Latina.
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De esta manera, Xi Jinping logró llevar a buen puerto la colaboración en la región del Pacífico con los tres países, a pesar de sus diferencias políticas y de los problemas en la región, y el ritmo de crecimiento del comercio y los acuerdos de inversión entre China y estos países no se ha visto afectado. Parece que la presencia china en Latinoamérica va para largo.