"En los últimos cinco años, en muchos países de América Latina, se vive una 'fiebre' por el idioma chino y por China. En todos los Institutos Confucio la inscripción no deja de crecer. El número se ha duplicado o triplicado. China tiene que mandar cada vez más profesores y cada año más becarios van a estudiar a China para perfeccionar el idioma", explicó Sun.
Otro de los obstáculos que afronta el idioma en la región es la falta de preparación universitaria y de secciones universitarias dedicadas a la lengua y la cultura chinas. A pesar de las "muy buenas relaciones" en el sentido "político, económico, cultural y comercial", aún son muy pocos los sinólogos y prácticamente no existe oferta para prepararse en idioma chino en centros de estudios superiores de la región, aseveró Sun. En ese sentido, comparó a América Latina con Alemania. En ese país europeo hay al menos 20 departamentos o secciones de estudios chinos en universidades, mientras que en toda América Latina hay una sola carrera universitaria dedicada a la sinología en una universidad peruana.
"Con tan buenas relaciones entre China y la región se necesitan más personas calificadas que estudien el país oriental para el entendimiento mutuo y el mayor estrechamiento de lazos. Para establecer un intercambio más fluido y eficiente se necesitan talentos y personas con formación académica con conocimientos profundos sobre China. Esto para nosotros es un gran desafío", indicó Sun.
En la región son varias las iniciativas para incluir el chino en el currículo escolar. En Buenos Aires hay una escuela de educación inicial de gestión estatal bilingüe español-chino. En Brasil, una escuela técnica 'intercultural' de Niterói, en Río de Janeiro, ofrece cursos de mandarín a sus alumnos.