Algunos medios informaron el pasado 21 de agosto sobre un ataque químico que el Ejército lanzó en un suburbio de Damasco y en el que según los datos preliminares, murieron más de 600 personas. El Gobierno y el mando militar sirios desmintieron el mismo día esta información. Las primeras noticias sobre el empleo de armas químicas en Siria aparecieron a finales de marzo, tras un ataque en Alepo que causó al menos 25 víctimas mortales.