Desde marzo de 2011, Siria está sumida en una guerra civil en la que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición, entre los que se encuentran grupos extremistas como el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra.
El conflicto armado ha causado ya más de 220.000 muertos, según datos de la ONU.
El 30 de septiembre la Fuerza Aérea rusa inició bombardeos de las posiciones del EI en Siria tras una petición del presidente del país, Bashar Asad.
Moscú también participa activamente en la búsqueda de una solución política a la crisis siria, tanto a través de consultas internacionales como acogiendo negociaciones intersirias.