Con respecto al asedio de la ciudad de Hama por el Ejército sirio en 2011, Ford admitió que los participantes de las protestas malinterpretaron el deseo de Washington de encontrar una solución al conflicto a través de las negociaciones, creyendo que EEUU estaba dispuesto a prestarles su apoyo e intervenir militarmente.
"A finales de 2013, pensaba que librar una guerra sería difícil para el Gobierno sirio, que tendría que negociar para formar una coalición entre las fuerzas del Gobierno, la oposición y figuras independientes", señaló el exdiplomático. Sin embargo, Asad resultó ser mucho más resistente como líder político de lo que Ford vaticinó.
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"Yo pensaba que el Ejército se debilitaría y volvería a la defensiva o que los soldados dejarían de luchar. A inicios de 2013, creía que Asad abandonaría el poder, pero Hizbulá entró en la guerra y a finales del año 2013 el [llamado] Ejército Libre de Siria (ELS) quedó fuertemente perjudicado", recordó.
Respecto a las perspectivas del problema de los kurdos, Ford recalcó que ellos tendrán que pagar caro por confiar en los estadounidenses, porque EEUU solo se vale de su apoyo para combatir a Daesh — organización terrorista proscrita en Rusia y otros países —.
"Washington no pedirá a sus Fuerzas Armadas defender un Kurdistán sirio como distrito independiente en un futuro", concluyó Ford.