"La demora no es por culpa nuestra, sino de la ONU y de ciertos miembros de la OPAQ", afirmó el vicecanciller sirio a periodistas rusos.
Agregó que aunque Damasco "espera destruir las instalaciones a la mayor brevedad", aunque no hay una fecha concreta.
Hasta la fecha, se han desmantelado tres naves vinculadas a la fabricación de armas químicas, así como un túnel, explicó.
Según Mekdad, un total de ocho instalaciones deben ser destruidas todavía para dar por concluido el desarme químico de Siria.
El viceministro también acusó a los países que financian a los grupos rebeldes sirios de impedir la puesta en marcha del plan propuesto por el enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, para lograr una "congelación" del conflicto en la ciudad de Alepo.
"Los insurgentes se niegan a contactar con De Mistura, al igual que Arabia Saudí, Turquía y Catar que no quieren que el plan del enviado especial prospere", dijo.
El diplomático sirio responsabilizó a los rebeldes y a los tres países de "todo fallo en la iniciativa de De Mistura".
Un grupo de expertos de la ONU que viajó a Alepo tuvo que abandonar la ciudad después de que los insurgentes impidieran las reuniones previstas, explicó Mekdad.
En los próximos días, la portavoz del mediador internacional, Jawla Mattar, regresará de Ginebra a Damasco y se reunirá con las autoridades sirias para abordar el cese del fuego en Alepo, agregó.
Por otro lado, el vicecanciller sirio destacó que actualmente muchos países muestran su interés por restablecer relaciones con Damasco.
"Les aseguro que muchos países se ponen en contacto con nosotros a fin de definir nuevos pasos en el ámbito político y en materia de lucha antiterrorista", indicó Mekdad, quien rehusó revelar de qué países se trata.
En los últimos dos meses, han viajado a la capital siria en visitas no oficiales representantes de Francia y Turquía, y el martes pasado el presidente Bashar Asad se reunió con una delegación oficial de Bélgica.