El paro nacional del 21 de noviembre abrió la puerta a una serie de violentas manifestaciones por todo el país en respuesta a las políticas de Iván Duque y a la futura reforma de las pensiones.
Entre las demandas de los manifestantes están: revertir las propuestas gubernamentales, que lesionarían la economía de las clases medias y bajas del país, así como que se actúe ante el asesinato de líderes sociales, se implemente la paz con las FARC y se otorguen mayores recursos para la educación pública.
El presidente colombiano trató de calmar la situación ofreciendo una mesa del diálogo para buscar soluciones, pero los manifestantes piden un diálogo directo con el Gobierno y rechazan uno ampliado con integrantes de gremios de pequeños y medianas empresas.