"Podemos hacerlo y eso está a luz pública; las placas (matrículas) de los vehículos son modelo, color y todo de la entidad. Si hubiera sido algo oscuro, no sería todo tan claro y los uniformados tendrán que explicar si fueron requeridos o por qué estaban ahí", dijo en rueda de prensa el jefe de la Policía Metropolitana, general Hoover Penilla.
Desde la noche del martes 10 circularon por redes sociales videos en los que se observa a agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la policía que obligan a dos jóvenes, una chica y un chico, a abordar dos vehículos particulares.
Los estudiantes buscaban bloquear el paso de los buses del sistema Transmilenio y fueron reprimidos por el Esmad.
La detención de la joven fue grabada por un conductor que además siguió al vehículo en el que fue obligada a subirse mientras ella, desde la ventanilla trasera, lloraba y gritaba: "La policía me secuestró".
Poco después, los policías detuvieron el vehículo y le permitieron apearse en medio de la calle.
Penilla reconoció que "hubo una falla en el procedimiento, porque los uniformados debieron terminarlo y llevarla a donde tenían que ir", pero, alegó, uno de los policías "debido a tanto cuestionamiento... se ve temeroso y por eso la dejan en la vía".
"Estamos llegando a unos niveles de susceptibilidad muy altos; nosotros como Policía debemos garantizar las manifestaciones y protegerlas, pero también debemos dar una respuesta al ciudadano del común", dijo Penilla.
"Ellos ya se encuentran en sus casas y realizando sus actividades; nosotros ya nos comunicamos con ellos", aseguró.
La Procuraduría General (Ministerio Público) abrió una investigación preliminar por los presuntos abusos que habrían cometido los agentes del Esmad.