Cientos de manifestantes se concentraron en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá procedentes de distintos puntos de la capital para protestar contra el Gobierno, al que señalan de impulsar iniciativas de corte neoliberal.
"El pueblo negro es fuerte, es bravo y está puto (enojado)", decía a través de un megáfono una de las lideresas de los grupos afro del Pacífico colombiano, adscrito al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que también participó de la movilización.
Junto a ellos, estudiantes, sindicalistas y miembros de la Guardia Indígena del departamento del Cauca (suroeste) se sumaron a la movilización de manera pacífica, aunque en una concurrencia bastante menor a la vista en marchas anteriores, según pudo constatar Sputnik.
"Las ventas venían de capa caída con las anteriores marchas, pero fíjese usted que en esta la gente ha llegado en menos cantidad y, al parecer, con más sed, porque hoy he vendido más a los manifestantes que las veces pasadas", dijo un vendedor de helados en la plaza, mientras hacía sonar las campanillas para llamar la atención de los manifestantes.
"Dije que no se podrían tener manifestaciones en la Plaza de Bolívar debido a los trabajos de montaje del espectáculo navideño. Ante la insistencia de organizadores del paro y su compromiso con una movilización pacífica, desmontamos andamios y autorizamos el uso de la plaza", escribió Peñalosa en Twitter.
Los comerciantes de la plaza de San Victorino, un populoso sector de la ciudad, dijeron que las ventas mayoristas han caído de manera considerable acompañando el paro.
"En un día normal, sin paro ni marchas, aquí se venden entre 150 y hasta 200 prendas de vestir, ahora a duras penas se llega a las 20 en el día, lo cual nos tiene muy preocupados, porque a este paso vamos a pérdida", dijo a Sputnik Gabriel Montenegro, un comerciante del sector.
Sputnik pudo observar que la zona de San Victorino, a 2,5 kilómetros de distancia de la Plaza de Bolívar, permanecía casi vacía al comienzo de la tarde.
Los comerciantes intentan contrarrestar la caída abriendo los locales más temprano o con ferias nocturnas hasta la madrugada, conocidas como "trasnochón".