Las tensiones entre Venezuela y EEUU escalaron tras el despliegue por parte del Pentágono de recursos militares navales, aéreos y terrestres en todo el Caribe, bajo el pretexto de combatir el presunto narcotráfico. El 16 de diciembre, el presidente de EEUU, Donald Trump, condicionó el fin de la actividad militar cerca de Venezuela a la devolución de petróleo y activos que, según él, el país caribeño robó a Washington. Además, calificó al Gobierno venezolano como una "organización terrorista extranjera" y anunció un bloqueo total de todos los petroleros sancionados con destino a Venezuela.
A su vez, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que su país seguirá comercializando petróleo a pesar de la intención de EEUU de bloquear los buques de crudo. En sus palabras, su país repudió la "grotesca amenaza" de Washington y no volverá a ser colonia de ningún imperio.























