Entre optimismo y temores de ajuste, Gobierno de Arce perfila mejoras en la economía de Bolivia
Entre optimismo y temores de ajuste, Gobierno de Arce perfila mejoras en la economía de Bolivia
Sputnik Mundo
Ante un contexto nacional e internacional desafiante, el Gobierno de Luis Arce apuesta a avanzar en su plan de industrialización con un Estado protector de las... 14.01.2025, Sputnik Mundo
El Gobierno de Luis Arce prevé que este año mejorará la economía boliviana, luego de un 2024 muy complicado por la falta de dólares, combustibles, así como por enfrentamientos políticos que costaron miles de millones de pesos al país. Desde el Ministerio de Economía resaltaron que realizarán ajustes al modelo productivo social comunitario, impulsado por el presidente en las últimas gestiones.El mandatario aseguró que estas modificaciones de ninguna manera implicarán reducir la presencia del Estado en el apoyo a las poblaciones vulnerables.El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, ofreció más detalles: "El modelo, como tal, va a ser ajustado. Va a tener modificaciones que se van a adaptar a las circunstancias, pero sin olvidar los elementos básicos, que son la industrialización, la nacionalización y, también, la distribución del ingreso. Esos pilares se mantienen", dijo al canal estatal Bolivia TV."La gestión de Donald Trump como mandatario de Estados Unidos cambiará el escenario. Probablemente, hará una guerra comercial con China y eso afectará a la economía mundial. Debemos estar preparados y el modelo tiene que ajustarse para todos esos elementos", agregó.Según el ministro, las modificaciones al modelo son necesarias también por el rol que tendrá Bolivia en los BRICS y el Mercosur, bloques de naciones a los cuales se sumó en 2024. Consideró que de esta manera mejorará la productividad, la generación de ingresos y se avanzará en la sustitución de importaciones.Retos a vencerSputnik dialogó con Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), quien identificó tres grandes retos para la economía nacional. "En 2024 el PIB pudo crecer apenas por encima del 2%, frente al 3,71% pronosticado. Además, se observa una mayor precarización del empleo", comentó Rodríguez.Como tercer reto, el gerente del IBCE evaluó que el comercio exterior debe superar su situación deficitaria. "En 2024 se consagró un segundo desbalance consecutivo, por la caída de la exportación, que se acercó a los 2.000 millones de dólares. Asimismo, se registró una baja en las importaciones por casi 1.700 millones, a datos de noviembre pasado", detalló.Durante 2024, el presidente Arce mantuvo varias reuniones con sectores empresariales para visualizar salidas a la incipiente crisis. En este sentido, Rodríguez ratificó que "los desafíos de 2025 se deben enfrentar con una agenda público-privada, definitivamente".Mercado de carbonoEl Gobierno boliviano también decidió participar en mecanismos definidos en el marco de las Naciones Unidas para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y a la vez monetizar las reducciones de carbono."Es un enfoque que se basa en la gestión sostenible de los recursos naturales y las oportunidades de financiamiento que implican el cuidado del medioambiente, respetando la soberanía del Estado", de acuerdo con la dependencia.Para Rodríguez, este anuncio representa "una gran esperanza", ya que el Gobierno podría captar ingresos por 5.000 millones de dólares."Esa suma podría obtener Bolivia a partir de los compromisos de preservación que asuma el Estado en cuanto a captura de carbono. Sería una buena noticia, porque si el Banco Central de Bolivia (BCB) lograra tal colchón de divisas, las Reservas Internacionales Netas (RIN) subirían", explicó el referente del IBCE.Asimismo, "se salvaría la imperiosa necesidad de dólares para importar combustibles y pagar la deuda externa, así como para suplir dólares a la banca privada y honrar un compromiso con esta. Si se diera este escenario, el dólar incluso podría bajar en su cotización en 2025. Hacemos votos para que ello ocurra".¿Ajuste inevitable?Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, evaluó que el candidato presidencial que resulte ganador en las elecciones de agosto próximo, sea del signo político que sea, tendrá que encarar un inevitable plan de ajuste.Para el economista, las modificaciones señaladas por el ministro Marcelo Montenegro no serán suficientes.Comentó que "estos temas no se notaban, pero a partir de 2023 y 2024 ya ha comenzado a sincerarse la economía y a mostrar su cara fea, pero real. Esto ha conllevado que haya bloqueos, paros que, sumados al conflicto político con Evo Morales y al contexto exterior, han configurado una cancha muy difícil".Por ello, "el nuevo Gobierno que asuma en noviembre de 2025 va a tener que tomar sí o sí acciones políticas antipopulares, traumáticas, difíciles, porque se debe hacer un ajuste importante en el gasto público. No importa si el próximo Gobierno es socialista, de derecha, neoliberal o de centroderecha: quien asuma deberá tomar el toro por las astas".Varios precandidatos de la oposición, como Jorge "Tuto" Quiroga (2001-2002), el empresario Samuel Doria Medina o el exministro de Jeanine Áñez (2019-2020), Branko Marinkovic, adelantaron que si llegaran al Gobierno ejecutarían una política implacable de ajuste.El vaso medio llenoMientras Romero, otros economistas y políticos de oposición ven el vaso medio vacío, el Gobierno de Arce no pierde el optimismo. Proyecta para este año un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,51% y una inflación del 7,5%. Se prevé un déficit fiscal de 9,2% del PIB.Además de fortalecer sus lazos comerciales con los países BRICS y del Mercosur, el Gobierno nacional apuesta a comenzar en 2025 la exportación de acero de El Mutún (en Santa Cruz), a consolidar la producción de biocombustibles y construir las plantas de extracción de litio en el salar de Uyuni, en sociedad con empresas de Rusia y China.También en este año el Gobierno invertirá 4.024 millones de dólares para ejecutar proyectos estratégicos en minería, industria y agroindustria.Según Montenegro, en 2025 los productores rurales no sufrirán una sequía tan grave como la registrada el año pasado. "Prevemos una normalización climática, lo que beneficiará a la campaña agrícola y permitirá cubrir la demanda interna, con posibilidad de exportar excedentes", estimó.
Ante un contexto nacional e internacional desafiante, el Gobierno de Luis Arce apuesta a avanzar en su plan de industrialización con un Estado protector de las poblaciones vulnerables en Bolivia. En la oposición ven inevitable un gran ajuste para reducir el gasto público.
El Gobierno de Luis Arce prevé que este añomejorará la economía boliviana, luego de un 2024 muy complicado por la falta de dólares, combustibles, así como por enfrentamientos políticos que costaron miles de millones de pesos al país.
Desde el Ministerio de Economía resaltaron que realizarán ajustes al modelo productivo social comunitario, impulsado por el presidente en las últimas gestiones.
El mandatario aseguró que estas modificaciones de ninguna manera implicarán reducir la presencia del Estado en el apoyo a las poblaciones vulnerables.
"Nuestro Gobierno va a defender a rajatabla la economía de bolivianos y bolivianas. Nosotros conquistamos esa estabilidad, le dimos estabilidad al país económicamente y le seguiremos dando estabilidad a los bolivianos", sostuvo Arce días atrás en un acto público en la ciudad de Santa Cruz.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, ofreció más detalles: "El modelo, como tal, va a ser ajustado. Va a tener modificaciones que se van a adaptar a las circunstancias, pero sin olvidar los elementos básicos, que son la industrialización, la nacionalización y, también, la distribución del ingreso. Esos pilares se mantienen", dijo al canal estatal Bolivia TV.
"La gestión de Donald Trump como mandatario de Estados Unidos cambiará el escenario. Probablemente, hará una guerra comercial con China y eso afectará a la economía mundial. Debemos estar preparados y el modelo tiene que ajustarse para todos esos elementos", agregó.
"Nuestro ingreso a los BRICS y al Mercosur, así como los elementos de la economía circular, el cuidado del medio ambiente y otros, hacen que sea necesario ajustar el modelo para que pueda dar respuesta a este entorno internacional", dijo Montenegro.
Consideró que de esta manera mejorará la productividad, la generación de ingresos y se avanzará en la sustitución de importaciones.
Sputnik dialogó con Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), quien identificó tres grandes retos para la economía nacional.
"Primero: mantener la estabilidad de precios, considerando que la inflación se disparó al 9,97% en 2024, superando la meta prevista del 3,6%. Segundo: que suba la inversión privada para que haya un mayor crecimiento y empleo", reflexionó el economista.
"En 2024 el PIB pudo crecer apenas por encima del 2%, frente al 3,71% pronosticado. Además, se observa una mayor precarización del empleo", comentó Rodríguez.
Como tercer reto, el gerente del IBCE evaluó que el comercio exterior debe superar su situación deficitaria.
"En 2024 se consagró un segundo desbalance consecutivo, por la caída de la exportación, que se acercó a los 2.000 millones de dólares. Asimismo, se registró una baja en las importaciones por casi 1.700 millones, a datos de noviembre pasado", detalló.
El Gobierno boliviano también decidió participar en mecanismos definidos en el marco de las Naciones Unidas para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y a la vez monetizar las reducciones de carbono.
"La monetización de la reducción de emisiones de carbono, que es una forma alternativa de financiamiento, implica que el país pueda obtener recursos financieros por la reducción de emisiones de carbono y protección de medioambiente sin incurrir en deuda", informó el Ministerio de Economía a finales de 2024.
"Es un enfoque que se basa en la gestión sostenible de los recursos naturales y las oportunidades de financiamiento que implican el cuidado del medioambiente, respetando la soberanía del Estado", de acuerdo con la dependencia.
"Esa suma podría obtener Bolivia a partir de los compromisos de preservación que asuma el Estado en cuanto a captura de carbono. Sería una buena noticia, porque si el Banco Central de Bolivia (BCB) lograra tal colchón de divisas, las Reservas Internacionales Netas (RIN) subirían", explicó el referente del IBCE.
Asimismo, "se salvaría la imperiosa necesidad de dólares para importar combustibles y pagar la deuda externa, así como para suplir dólares a la banca privada y honrar un compromiso con esta. Si se diera este escenario, el dólar incluso podría bajar en su cotización en 2025. Hacemos votos para que ello ocurra".
¿Ajuste inevitable?
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, evaluó que el candidato presidencial que resulte ganador en las elecciones de agosto próximo, sea del signo político que sea, tendrá que encarar un inevitable plan de ajuste.
Para el economista, las modificaciones señaladas por el ministro Marcelo Montenegro no serán suficientes.
"El actual modelo ha cumplido un ciclo, se ha desgastado. Funcionaba años atrás, cuando había una cantidad extra de excedente económico para alimentar ese motor de la economía que es el gasto público, con recursos para inversión, importación, para tomar deuda", dijo a Sputnik.
Comentó que "estos temas no se notaban, pero a partir de 2023 y 2024 ya ha comenzado a sincerarse la economía y a mostrar su cara fea, pero real. Esto ha conllevado que haya bloqueos, paros que, sumados al conflicto político con Evo Morales y al contexto exterior, han configurado una cancha muy difícil".
Por ello, "el nuevo Gobierno que asuma en noviembre de 2025 va a tener que tomar sí o sí acciones políticas antipopulares, traumáticas, difíciles, porque se debe hacer un ajuste importante en el gasto público. No importa si el próximo Gobierno es socialista, de derecha, neoliberal o de centroderecha: quien asuma deberá tomar el toro por las astas".
Varios precandidatos de la oposición, como Jorge "Tuto" Quiroga (2001-2002), el empresario Samuel Doria Medina o el exministro de Jeanine Áñez (2019-2020), Branko Marinkovic, adelantaron que si llegaran al Gobierno ejecutarían una política implacable de ajuste.
"Necesitamos que el Estado tenga una participación más reducida que en la actualidad, para darle más espacio, más oxígeno y seguridad jurídica a empresarios locales e inversionistas extranjeros. No vamos a poder salir de esta crisis por nuestra cuenta, porque nuestros recursos son limitados y necesitamos capital", señaló Romero.
El vaso medio lleno
Mientras Romero, otros economistas y políticos de oposición ven el vaso medio vacío, el Gobierno de Arce no pierde el optimismo. Proyecta para este año un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,51% y una inflación del 7,5%. Se prevé un déficit fiscal de 9,2% del PIB.
Además de fortalecer sus lazos comerciales con los países BRICS y del Mercosur, el Gobierno nacional apuesta a comenzar en 2025 la exportación de acero de El Mutún (en Santa Cruz), a consolidar la producción de biocombustibles y construir las plantas de extracción de litio en el salar de Uyuni, en sociedad con empresas de Rusia y China.
También en este año el Gobierno invertirá 4.024 millones de dólares para ejecutar proyectos estratégicos en minería, industria y agroindustria.
Según Montenegro, en 2025 los productores rurales no sufrirán una sequía tan grave como la registrada el año pasado.
"Prevemos una normalización climática, lo que beneficiará a la campaña agrícola y permitirá cubrir la demanda interna, con posibilidad de exportar excedentes", estimó.
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