La factibilidad del acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE "es todavía una incógnita"
La factibilidad del acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE "es todavía una incógnita"
Sputnik Mundo
Tras 25 años de negociaciones, los bloques regionales celebraron la creación de la mayor zona de libre comercio del mundo. Sin embargo, el pacto tendrá que... 06.12.2024, Sputnik Mundo
"El pacto es auspicioso, aunque su factibilidad es todavía una incógnita": la frase del analista internacional argentino Rodrigo Ventura de Marco sintetiza el espíritu del anuncio del tratado comercial entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea. Tras 25 años de idas y vueltas, el acuerdo birregional se encamina a concretarse. De llegar a buen puerto, nacerá la mayor zona de libre intercambio del planeta.En diálogo con Sputnik, el experto remarcó que, si bien "supone muchos beneficios a nivel comercial", simultáneamente despierta "muchas objeciones por parte de países europeos en torno a los intereses de países productores en materia agrícola y ganadera, tales como Francia". La eliminación de barreras arancelarias para más del 90% de las importaciones de cada bloque ha despertado sendas críticas por parte de productores del viejo continente.La potencial resistencia de los países afectados reviste un papel central, al considerar que la viabilidad del pacto requiere la ratificación tanto del Parlamento Europeo como de los congresos de los miembros plenos del Mercosur, incluyendo la flamante incorporación de Bolivia en esta categoría. En el viejo continente, actores de peso como Francia, Hungría y Austria han dejado trascender públicamente que no firmarán.Para el politólogo Gabriel Merino, si bien existe una "resistencia implacable de productores europeos para frenar el acuerdo", las voces críticas no provienen exclusivamente del viejo continente. El consultor advirtió que "si bien el Mercosur celebra la concreción del pacto, hay que considerar que la apertura comercial puede perjudicar a los sectores industriales del bloque sudamericano".Las miradas de los analistas consultados se montan sobre un manto de optimismo reflejado en las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien aseguró, durante la XLV Cumbre de jefes de Estado del Mercosur, que "la alianza va a fortalecer las cadenas de valor, va a desarrollar industrias estratégicas, va a apoyar la innovación y va a crear trabajos y valores para ambos lados del Atlántico".¿Victoria del viejo continente frente a Washington?El principio de acuerdo de dos de los bloques regionales más relevantes a nivel mundial se inscribe en un panorama atravesado por cierta revitalización del proteccionismo profesado, centralmente, por el flamante presidente estadounidense electo Donald Trump. En ese marco, el pacto reviste un impacto que trasciende a los países afectados."El anuncio tiene una dimensión simbólica muy importante, sobre todo para la Unión Europea. En un tablero global signado por el triunfo de Trump, esto puede verse como un triunfo para Von der Leyen, como prueba de poder", apuntó Merino.Consultado por Sputnik, el analista Juan Venturino afirmó que "hubo claros consensos a nivel birregional que posibilitaron que esto se concretara. El mundo pareciera haber atravesado un cambio de rumbo hacia una economía más cerrada, de la mano de Donald Trump, y esta noticia es una señal en un sentido diferente".Un dilema para MileiSi bien el libre comercio constituye una bandera indeclinable del discurso libertario profesado por el presidente argentino Javier Milei, el acuerdo no se limita a lo comercial. Por fuera de la eliminación de barreras arancelarias, la Unión Europea ha manifestado en diversas oportunidades la centralidad que reviste para su bloque la preocupación por el cuidado del ambiente, consigna ampliamente criticada por el mandatario sudamericano, para quien la denominada Agenda 2030 supone una instancia "socialista"."No está claro si los objetivos de la Unión Europa son compatibles con las banderas de Milei en relación a la lucha por el cuidado del planeta y los derechos de las minorías sexuales", dijo a este medio el politólogo y consultor Julio Burdman.En el mismo sentido se expresó el analista y periodista Eduardo Martínez, quien a consulta de Sputnik destacó que "el Gobierno argentino queda en una situación incómoda, al verse forzado a adherir a políticas que van contra su alineamiento ideológico". En ese marco, el experto consideró que "el apoyo a las consignas en cuestión puede ser una barrera para Milei".De hecho, durante su discurso al asumir la presidencia pro tempore del Mercosur, Milei destacó que el pacto "dista de ser una realidad".Durante su alocución, el presidente libertario reflejó sus críticas a la alianza regional sudamericana: "El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas, ni su potencial exportador", denunció.En efecto, el mandatario argentino llegó a la cumbre en Uruguay con un objetivo claro: plantear a los otros países del bloque la necesidad de entablar tratados de libre comercio con terceros sin romper el acuerdo regional. Tácitamente, todos los caminos conducen al gran hermano del norte: Estados Unidos. Si bien el presidente uruguayo saliente Luis Lacalle Pou había manifestado en reiteradas oportunidades su interés en avanzar hacia dicha dirección, hasta ahora había recibido firme resistencia por parte de sus socios.Según Venturino, "la postura de Milei va directamente en contra del Mercosur: el presidente prioriza la agenda de Estados Unidos en su inserción geopolítica. Si hasta ahora esto no cobró un calibre mayor, es porque Argentina tiene compromisos estructurales con el bloque que está obligada a respetar"."No creo que Milei se vea atraído por el Mercosur, incluso con este acuerdo: su posicionamiento hasta ahora ha sido fluctuante, sobre todo desde el triunfo de Trump. Lo que reina ahora es la imprevisibilidad del Gobierno respecto a la política exterior", remarcó el investigador.
Tras 25 años de negociaciones, los bloques regionales celebraron la creación de la mayor zona de libre comercio del mundo. Sin embargo, el pacto tendrá que sortear varios obstáculos para ser ratificado. "Esto puede debilitar a la industria de los países del Mercosur", dijo a Sputnik el analista internacional argentino Gabriel Merino.
"El pacto es auspicioso, aunque su factibilidad es todavía una incógnita": la frase del analista internacional argentino Rodrigo Ventura de Marco sintetiza el espíritu del anuncio del tratado comercial entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea. Tras 25 años de idas y vueltas, el acuerdo birregional se encamina a concretarse. De llegar a buen puerto, nacerá la mayor zona de libre intercambio del planeta.
En diálogo con Sputnik, el experto remarcó que, si bien "supone muchos beneficios a nivel comercial", simultáneamente despierta "muchas objeciones por parte de países europeos en torno a los intereses de países productores en materia agrícola y ganadera, tales como Francia". La eliminación de barreras arancelarias para más del 90% de las importaciones de cada bloque ha despertado sendas críticas por parte de productores del viejo continente.
La potencial resistencia de los países afectados reviste un papel central, al considerar que la viabilidad del pacto requiere la ratificación tanto del Parlamento Europeo como de los congresos de los miembros plenos del Mercosur, incluyendo la flamante incorporación de Bolivia en esta categoría. En el viejo continente, actores de peso como Francia, Hungría y Austria han dejado trascender públicamente que no firmarán.
Para el politólogo Gabriel Merino, si bien existe una "resistencia implacable de productores europeos para frenar el acuerdo", las voces críticas no provienen exclusivamente del viejo continente. El consultor advirtió que "si bien el Mercosur celebra la concreción del pacto, hay que considerar que la apertura comercial puede perjudicar a los sectores industriales del bloque sudamericano".
"El Mercosur es un bloque diseñado originalmente para poder defender y desarrollar al sector productivo industrial, el sector de mayor valor agregado. Justamente, este acuerdo puede debilitar a la industria de los países de la región", remarcó Merino.
Las miradas de los analistas consultados se montan sobre un manto de optimismo reflejado en las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien aseguró, durante la XLV Cumbre de jefes de Estado del Mercosur, que "la alianza va a fortalecer las cadenas de valor, va a desarrollar industrias estratégicas, va a apoyar la innovación y va a crear trabajos y valores para ambos lados del Atlántico".
De acuerdo a estimaciones del Mercosur, el pacto abre la puerta a un mercado de bienes y servicios de unos 700 millones de consumidores y casi una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
¿Victoria del viejo continente frente a Washington?
El principio de acuerdo de dos de los bloques regionales más relevantes a nivel mundial se inscribe en un panorama atravesado por cierta revitalización del proteccionismo profesado, centralmente, por el flamante presidente estadounidense electo Donald Trump. En ese marco, el pacto reviste un impacto que trasciende a los países afectados.
"El anuncio tiene una dimensión simbólica muy importante, sobre todo para la Unión Europea. En un tablero global signado por el triunfo de Trump, esto puede verse como un triunfo para Von der Leyen, como prueba de poder", apuntó Merino.
Consultado por Sputnik, el analista Juan Venturino afirmó que "hubo claros consensos a nivel birregional que posibilitaron que esto se concretara. El mundo pareciera haber atravesado un cambio de rumbo hacia una economía más cerrada, de la mano de Donald Trump, y esta noticia es una señal en un sentido diferente".
Un dilema para Milei
Si bien el libre comercio constituye una bandera indeclinable del discurso libertario profesado por el presidente argentino Javier Milei, el acuerdo no se limita a lo comercial. Por fuera de la eliminación de barreras arancelarias, la Unión Europea ha manifestado en diversas oportunidades la centralidad que reviste para su bloque la preocupación por el cuidado del ambiente, consigna ampliamente criticada por el mandatario sudamericano, para quien la denominada Agenda 2030 supone una instancia "socialista".
"No está claro si los objetivos de la Unión Europa son compatibles con las banderas de Milei en relación a la lucha por el cuidado del planeta y los derechos de las minorías sexuales", dijo a este medio el politólogo y consultor Julio Burdman.
En el mismo sentido se expresó el analista y periodista Eduardo Martínez, quien a consulta de Sputnik destacó que "el Gobierno argentino queda en una situación incómoda, al verse forzado a adherir a políticas que van contra su alineamiento ideológico". En ese marco, el experto consideró que "el apoyo a las consignas en cuestión puede ser una barrera para Milei".
De hecho, durante su discurso al asumir la presidencia pro tempore del Mercosur, Milei destacó que el pacto "dista de ser una realidad".
Durante su alocución, el presidente libertario reflejó sus críticas a la alianza regional sudamericana: "El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas, ni su potencial exportador", denunció.
En efecto, el mandatario argentino llegó a la cumbre en Uruguay con un objetivo claro: plantear a los otros países del bloque la necesidad de entablar tratados de libre comercio con terceros sin romper el acuerdo regional.
Tácitamente, todos los caminos conducen al gran hermano del norte: Estados Unidos. Si bien el presidente uruguayo saliente Luis Lacalle Pou había manifestado en reiteradas oportunidades su interés en avanzar hacia dicha dirección, hasta ahora había recibido firme resistencia por parte de sus socios.
Según Venturino, "la postura de Milei va directamente en contra del Mercosur: el presidente prioriza la agenda de Estados Unidos en su inserción geopolítica. Si hasta ahora esto no cobró un calibre mayor, es porque Argentina tiene compromisos estructurales con el bloque que está obligada a respetar".
"No creo que Milei se vea atraído por el Mercosur, incluso con este acuerdo: su posicionamiento hasta ahora ha sido fluctuante, sobre todo desde el triunfo de Trump. Lo que reina ahora es la imprevisibilidad del Gobierno respecto a la política exterior", remarcó el investigador.
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