Comicios presidenciales: ¿Cómo son los sistemas electorales de México y EEUU?
Ambos países pasan por una jornada electoral este 2024. ¿Qué tienen en común?
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se realizarán el 5 de noviembre y, en la contienda, están la vicepresidenta actual, la demócrata Kamala Harris, y el exmandatario republicano Donald Trump.
Pero, más allá de quien compite para ser la persona que dirija el Gobierno estadounidense, hay una peculiaridad: es una de las pocas ocasiones en las que su jornada electoral coincide con la de México.
En el caso mexicano, las elecciones generales, como ocurrió el 2 de junio de 2024, se llevan a cabo a mediados del año, mientras que en suelo estadounidense es el primer martes de noviembre. En esta edición, será el 5 de noviembre.
Por esta razón, Sputnik te muestra cuáles son las características de cada uno de ellos, sus ventajas y desventajas y la opinión de expertos en temas internacionales sobre los comicios en México y EEUU.
¿Cómo funciona cada sistema electoral?
La manera en la que la población de México y EEUU eligen a sus gobernantes es distinta. Por ejemplo, en el caso del país actualmente gobernado por la presidenta Claudia Sheinbaum, hay un sistema mixto electoral, compuesto por dos partes:
- 1Mayoría relativa: En ella, los candidatos que tienen más votos de la población son los que ganan los comicios, sin importar el porcentaje obtenido. De esta manera se elige a la persona que detentará el Poder Ejecutivo, así como a diputados y senadores.
- 2Representación proporcional: Se asignan los cargos tomando como base el porcentaje de votos obtenidos por un partido político en una región geográfica. Así se designan, en el caso del Congreso de la Unión, a 32 senadores en una lista nacional y a 200 diputados en cinco listas regionales, votadas en cinco circunscripciones plurinominales. Este método también es empleado en las legislaturas de cada estado.
Los mexicanos pueden votar de manera directa, sin necesidad de un representante que funja como mediador entre su decisión y las autoridades electorales. La forma en la que pueden emitir su sufragio es:
- De manera presencial: Cada credencial de elector, que es una de las identificaciones oficiales en México, cuenta con una clave, la cual indica la zona en la que la persona puede ir a votar en la fecha acordada por el INE mexicano. En caso de que la persona esté en una ciudad o estado distinto, cada entidad contará con casillas especiales para llevar a cabo esta acción, pero esto solo en los comicios presidenciales.
- En el extranjero: Los mexicanos que vivan en otras naciones pueden votar personalmente en las embajadas y consulados, pero también tienen la opción de emitir su sufragio anticipado por correo postal o por internet. Para ello, deben registrarse en el sitio web del Instituto Nacional Electoral (INE), que organiza los comicios.
El sufragio en México inició en el siglo XIX, posterior a la consumación de la independencia del país. Sin embargo, tuvieron que pasaron décadas para que este fuese para toda la población. Prueba de ello es que las mujeres tuvieron derecho al voto hasta 1953 y su primera participación fue en los comicios de 1955.
Un caso distinto es el que ocurre en Estados Unidos. Su sistema nació en la Convención Constitucional de 1787, donde se estableció el Colegio Electoral.
Este mote funciona no solo para su procedimiento, sino para el nombre del conjunto de personas que, cerca de un mes después de los comicios generales, determina quién será la próxima persona que encabece el Gobierno estadounidense, esto tras la reunión que sostienen a mediados de diciembre.
Esto también tiene impacto en la manera en la que se decide quién será el próximo presidente, ya que el sufragio no es directo como en México. En EEUU, los votos emitidos por la población se suman a un conteo estatal.
"En 48 estados y Washington, D.C., el ganador consigue todos los votos electorales de ese estado. Maine y Nebraska asignan a sus electores con un sistema proporcional. Un candidato necesita el voto de al menos 270 electores [más de la mitad del total] para ganar la elección presidencial", refiere USAGov en español.
28 de octubre, 13:07 GMT
Hay varias maneras en las que los estadounidenses pueden emitir su sufragio:
- De manera presencial: Acuden en la fecha indicada que, regularmente, es el primer martes de noviembre.
- Voto en ausencia: Se aplica cuando las personas no pueden ir a votar en la fecha y sitio estipulados. Tiene una fecha límite y, en algunos estados, se requiere justificar el motivo por el que se pide esta excepción.
- Por correo: Algunos estados, como Utah u Oregon, tienen esta posibilidad. Estos territorios envían las boletas a todos los votantes registrados antes del día de los comicios, sin importar si solicitaron este beneficio o no.
- Por anticipado: La mayor parte de EEUU permite acudir a las urnas días antes de la jornada electoral. En algunas ocasiones, se requiere una boleta de ausencia. Las fechas en las que inicia esta acción varían dependiendo el estado.
"Los padres fundadores [de EEUU] instauraron una idea: que la población no era capaz de elegir, de manera directa, a sus presidentes, por lo que buscaron un mecanismo que, a través de los de los estados, se eligieran a los delegados" para, posteriormente, conocer al mandatario, expresa en entrevista para Sputnik el internacionalista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), David García Contreras.
¿Cuál es mejor?
Si bien ambos sistemas electorales han funcionado a lo largo del tiempo, los especialistas coinciden en que es mejor la manera en la que México lleva a cabo sus comicios, en especial aquellos para elegir a la persona que encabezará el Poder Ejecutivo.
"Es más deseable una votación directa por parte de la población, que decida por quién votar, que conferirle el poder de decisión al Colegio Electoral [de EEUU]. El sistema electoral mexicano es mucho más fuerte", acota en una charla para este medio el internacionalista Carlos Manuel López Alvarado.
Pros y contras
Tanto García Contreras como López Alvarado encuentran diversas ventajas y desventajas en los sistemas electorales de México y EEUU. Sobre los aspectos positivos, destacan la mejora en la confianza y transparencia en el proceso mexicano, esto gracias a órganos como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPFJ).
"En EEUU, su sistema, desde la política misma, desde los funcionarios mismos, se puede participar en la conciencia electoral. Esa es una de sus fortalezas y una manera de alcanzar la madurez política (...). Otro rubro es que el hecho de que existan colegios electorales, obliga a los candidatos a realmente poner atención en los centros poblacionales que suelen ser más caóticos", analiza López Alvarado.
Sobre lo negativo, García Contreras, quien también es secretario técnico de la licenciatura de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores Aragón (FES Aragón) de la UNAM, encuentra que, en la nación norteamericana, la participación de capitales privados para apoyar las candidaturas republicanas y demócratas, puede poner en jaque el resultado de los comicios.
"Las elecciones presidenciales pueden cuestionarse por esa parte, donde los grandes poderes económicos empujen la definición de democracia y no los ciudadanos. Otra limitante es que, en el caso de los comicios de esta índole, solo compiten dos partidos políticos" y no hay una pluralidad de fuerzas, añade.
Sobre el sistema mexicano, ambos internacionalistas subrayan el alto costo del voto en el país. "Nuestra democracia es sumamente costosa para la ciudadanía. Es lamentable que todavía gastemos, por ejemplo, tanto en el marketing político, que las calles se llenen de propaganda y que, a los pocos días, se convierta en basura. Eso viene de los impuestos y encarece las elecciones", ahonda el profesor de la UNAM
22 de agosto 2023, 02:22 GMT
¿Qué hay que cambiar?
Para García Contreras, ambos sistemas electorales requieren ajustes para garantizar su legitimidad frente a sus sociedades.
"Es el momento de Estados Unidos, con o a pesar de Trump, tome la crisis de legitimidad que tiene su sistema electoral presidencial para plantearse un método de voto directo, que sea mucho más cercano y entendible para las y los ciudadanos. Si bien su esquema se ideó para dar un equilibrio entre estados, es momento de redistribuirlo más allá de eso y tomar en cuenta a la población", apunta.
Sobre México, el experto indica que es necesario disminuir el costo del sufragio, ya que merma las arcas de la nación.
"Nuestra democracia es muy cara. Considero que hacia allá vamos y en este sexenio viene algunas iniciativas al respecto. Esto es importante porque si se habla que quien está liderando la política nacional es Morena, que ha propuesto la austeridad republicana, hay oportunidades para hacer efectivo que los recursos económicos de las y los contribuyentes se pueden invertir [en esta tarea]", explora.
Para López Alvarado, quien también es docente en la UNAM, lo primordial es fortalecer la participación política en México, pero no solo para las elecciones presidenciales, sino para resolver problemas del día a día y, con base en ello, hacer una mejor elección de los candidatos y futuros gobernantes.
"También debería permitirse la financiación de partidos políticos desde la iniciativa privada, no solo con el presupuesto que cuentan por parte del Gobierno. Para eso, deben existir grandes candados que eviten la corrupción o la compra de lealtades. Además, sería importante permitir a funcionarios públicos hacer campaña por el candidato de su preferencia, porque estamos hablando de continuidades de proyectos de Estado", concluye.
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