"Las medidas confirman el serio retroceso que ha tenido lugar en las relaciones bilaterales, como resultado de las decisiones adoptadas por el Gobierno del presidente Donald Trump", aseguró la diplomática ante la prensa en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Asimismo, las Regulaciones del la Oficina de Industria y Seguridad (BIS, en inglés) del Departamento del Comercio establecen límites sobre la política de licencias de exportaciones y reexportaciones hacia la isla del Caribe.
Sobre las restricciones del Departamento de Estado, explicó Vidal que se trata de "una lista de 179 entidades cubanas, con las cuales, en lo adelante, quedan prohibidas las transacciones financieras directas de entidades y ciudadanos estadounidenses, y a las que se aplicará una política de denegación de licencias de exportación y reexportación de bienes y servicios de EEUU".
Informó que incluye desde los ministerios de las Fuerzas Armadas y del Interior, la Policía Nacional Revolucionaria y las Tropas Guardafronteras hasta empresas, sociedades anónimas, la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, las Terminales de Contenedores de Mariel y La Habana, decenas de hoteles en toda Cuba, agencias de viajes y tiendas.
"Llega al colmo de incluir a marcas comerciales de refrescos (como Tropicola y Cachito) —detalló—, y de rones, y hasta a un servicio de fotografía como PhotoService".
Al dar a conocer esa relación, las autoridades estadounidenses indicaron que se revisará y actualizará periódicamente.
Adicionalmente, veta los viajes de ciudadanos estadounidenses a título individual bajo la categoría de intercambios "pueblo a pueblo", y advierte que en lo adelante esos viajes serán solo con el patrocinio de una organización norteamericana y el beneficiario deberá estar acompañado por un representante de esta organización.
La OFAC, asimismo, impone condiciones a los viajes educacionales, los cuales en lo adelante también deberán tener el auspicio de una institución norteamericana autorizada, además de contar con el acompañamiento de un representante de estas entidades.
Vidal subrayó la clara intención política de la medida que establece requisitos específicos para la categoría de viajes en "apoyo al pueblo cubano".
Según la directora, la OFAC amplió la lista de funcionarios del Gobierno y el Estado, los representantes de los órganos judiciales, las organizaciones de masas y la prensa con los que está prohibido realizar transacciones.
En el ámbito comercial, explicó Vidal que se denegarán las solicitudes de licencias de exportación y reexportación de bienes de las entidades incluidas en la lista del Departamento de Estado y se expanden las categorías de productos que pueden exportarse al sector no estatal, "siempre que estos no se utilicen para generar ingresos o contribuyan al funcionamiento del Estado cubano".
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Vidal insistió en que algunas de estas medidas "no ocultan su trasfondo subversivo, como la que alienta a los viajeros a realizar actividades de este corte para justificar la legalidad de sus visitas a Cuba".
Sin embargo, observó la directora que "también dañarán a los ciudadanos estadounidenses, cuyo derecho a viajar a Cuba, único país del mundo que no pueden visitar libremente, se verá más restringido aún".
Vidal subrayó que también serán perjudicados los empresarios de Estados Unidos, quienes perderán interesantes oportunidades de negocios existentes hoy en Cuba, frente a su competencia.
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Este último razonamiento fue esgrimido por congresistas norteamericanos y directivos del Consejo Nacional de Comercio Exterior (NFTC, en inglés) de Estados Unidos, quienes sobre esa base expresaron críticas públicas a las nuevas restricciones de la administración de Donald Trump contra el intercambio con Cuba y los viajes a la isla.
