"Hay dos posibles hipótesis de las causas de este ataque: la primera es que se trata de un intento de recuperar apoyo popular para justificar el incremento al gasto militar en EEUU, y obtener así liderazgo internacional; la segunda es que mostraría el control que suman los militares en el Consejo de Seguridad" Nacional de ese país, dijo.
Los casi 60 misiles lanzados desde buques de guerra en el Mediterráneo contra una base aérea siria de Homs fue un mensaje directo hacia el presidente de Siria, Bashar al Asad, dijo Conde.
El ataque "ha sido presentado por Trump como un mensaje duro en contra de Bashar al Asad, por un supuesto uso de armas químicas contra la población civil que Damasco niega", comentó el experto de Sistema Nacional de Investigadores de México y autor del libro "Turquía, Siria e Irak, entre la amistad y la geopolítica".
El episodio, añadió el especialista, es una primera muestra de que los militares son los que controlan la Casa Blanca.
"Es probable que (el ataque) sea el primer indicio del control que asumen los militares en la Casa Blanca, porque es una decisión peligrosa en un escenario sumamente riesgoso", indicó Conde, coordinador y coautor del libro "Siria en el torbellino de Oriente Próximo", presentado en octubre pasado.
"Si esta decisión la han tomado los militares estadounidenses, se trata de una evaluación sumamente torpe, porque no veo de qué manera le puede servir a los intereses estratégicos de EEUU", sentenció.
Conde, también director de la revista del Centro de Estudios de Asia y África del Colegio de México, dijo que pese a cualquier beneficio de segundo orden que pudiera haber obtenido Washington con el ataque, lo más importante ha sido la interrupción de algunas coordinaciones con Rusia.
"Aún encontrando algunos beneficios laterales, el hecho inmediato es la cancelación del teléfono rojo para evitar posibles choques de las fuerzas aéreas de EEUU y Rusia en los cielos de Siria", aseguró.
En efecto, Moscú respondió con una fulminante suspensión del memorando entre Rusia y EEUU sobre prevención de incidentes aéreos en Siria, que garantizaba la seguridad en vuelos de esos países dentro del espacio aéreo.
Esa respuesta del gobierno del presidente Vladimir Putin "es una fuerte derrota para los intereses estratégicos de EEUU en Siria, porque ese acuerdo —vigente desde octubre de 2015- costó mucho trabajo y fue beneficioso".
Los apremios de Trump
En el frente interno, "todas la iniciativas importantes de Trump han fracasado, o están en un grave desprestigio, al menos hasta este momento", dijo Conde.
Por ejemplo, el general Herbert Raymond McMaste fue nombrado para integrar el Consejo de Seguridad Nacional a finales de febrero, tras la caída del general Michael Flynn por sus supuestas relaciones con Rusia.
Asimismo, esta semana Steve Bannon, el ultraderechista asesor de Trump fue echado de ese mismo organismo.
"Toda esta circunstancia es sumamente peligrosa, si la decisión fue de Trump fue precipitada, porque todo se le puede revertir, no solo a él, sino a sus propios militares y aliados", advirtió el investigador.
Trump también está interesado en "bajar el tono de las críticas por la relación de los hombres de su equipo de campaña con la embajada rusa en Washington y otras conexiones", por lo que "intenta impulsar este ataque al tope de su agenda, para demostrar que no es así", indicó.
Pero no todas las consecuencias están en manos de Trump, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ya denunció que los ataques se realizaron con un "pretexto inventado" y suponen una "violación de las normas del derecho internacional".
"Un escenario muy probable, es una reacción del presidente Putin, para reforzar las defensas de su aliado sirio", adelantó el autor.
Finalmente, alertó que el desenlace muy probable es que el gobierno de Trump haya entrado en "un terreno muy incierto".
La primera incertidumbre es la posibilidad de un nuevo ataque de EEUU.
"En ese caso, Assad no se quedaría cruzado de brazos, respondería con un nuevo contraataque", observó.
La pregunta entonces sería cómo respondería Rusia.
"En esa complejidad, donde Moscú aparece con su principal fuerza desplegada en el extranjero, lo único que se puede descartar es que Putin se quede sin hacer nada", consideró Conde.
Ese puede ser el desenlace de una decisión apresurada, si fue del presidente estadounidense, o mal premeditada si fue de los militares, distinguió.
"El escalamiento de una crisis de magnitud muy peligrosa es muy difícil de controlar por un solo actor internacional, sería un desenlace en el cual el culpable sería directamente EEUU, el presidente Trump", aseguró.
En cuanto a América Latina, el investigador dijo que con la excepción de Ecuador, la región presenta un mapa político en el que "por los errores en las estrategias de gobiernos de izquierda, EEUU buscará atraer aún más a todos sus aliados regionales."
Pero esas intenciones pueden naufragar como consecuencia de este ataque militar.
"Aunque Washington pueda esperar apoyos leales en primera instancia, en un mediano plazo el resultado puede ser un clima de preocupación en los países latinoamericanos, que no desembocaría en un fortalecimiento del liderazgo que pretenden Trump y (el secretario de Estado) Rex Tillerson", terminó.
En la madrugada del viernes, EEUU disparó 59 misiles de crucero Tomahawk desde buques de guerra emplazados en el mar Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
La Casa Blanca considera que desde esta instalación se lanzó el martes el supuesto ataque químico a la ciudad de Jan Sheijun, que dejó al menos 84 muertos y 545 heridos.
De acuerdo con el gobernador de Homs, el ataque de EEUU causó al menos siete muertos, incluidos dos civiles.
Rusia condenó el bombardeo de EEUU como acto de agresión y anunció que suspende el memorando firmado con Washington para prevenir incidentes aéreos en el país árabe.