En la madrugada del viernes, EEUU lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk desde buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat en la provincia de Homs, afirmando infundadamente que el ataque químico a la ciudad de Jan Sheijun, que se saldó con 84 muertos y 545 heridos, se lanzó desde esta base siria.
Según datos del Ministerio de Defensa de Rusia, dos militares sirios desaparecieron, cuatro murieron y seis sufrieron quemaduras al extinguir incendios, además se destruyeron un almacén, el local de estudios, el comedor, 6 aviones MiG-23 que estaban en hangares de reparación y un radar.
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A juicio de Al Khalidi, esa acción militar tiene aspectos tanto regionales como internacionales.
"Es un intento de elevar la popularidad de Trump, mostrando que es fuerte y capaz de actuar duro y también refutar sus vínculos con Rusia", dijo.
El opositor afirmó asimismo que el ataque estuvo apuntado a aumentar las divergencias entre Rusia e Irán, que "puede provocar unos cambios en los bandos de la oposición y de las autoridades, pero no cambiará mucho la correlación de fuerzas en Siria".