Este cambio de estrategia, indica, se debe a la “lucha ideológica y militar” lanzada contra el EI por los Gobiernos del mundo árabe, así como al “bloqueo ideológico” por parte de organizaciones religiosas y culturales árabes.
En el Cáucaso, Asia Central e Indonesia “para el EI será más fácil reclutar adeptos, porque los musulmanes en esas zonas son numerosos, desconocen la ideología extremista y están dispuestos a priori a fiarse de los predicadores árabes”, explica el informe.
El objetivo de los yihadistas en esas regiones, continúa, no es crear un califato, sino precisamente asegurarse el ingreso en sus filas de nuevos miembros, que serán utilizados después para llevar a cabo atentados en todo el mundo islámico.
“Para ampliar el ámbito territorial de su influencia, el EI mantiene su mirada puesta en Oriente Próximo”, sostiene el texto.
Los autores del documento hacen un llamamiento a los países que se enfrentan a la amenaza de la expansión yihadista.
Deben “aplicar una política más activa contra del proselitismo yihadista, particularmente a través de las redes sociales y charlas explicativas con la población y mejorando la educación religiosa y la capacidad para distinguir entre la religión y el extremismo”, concluyen.
El grupo yihadista surgió en territorio sirio bajo el nombre inicial de Estado Islámico de Irak y Levante.
Tema: Lucha contra el Estado Islámico
Extendió rápidamente su influencia a vastas regiones de Siria y después tomó el control de varias zonas de Irak.
Los yihadistas que han jurado lealtad al EI operan en Libia, Yemen y Egipto; el grupo hoy en día cuenta entre sus filas con combatientes de distintos países del mundo, incluidos EEUU, Rusia y países europeos.