La presencia del Estado Islámico en Palmira representa una grave amenaza para las ciudades de Homs y Deir al Zur. La gran parte de los territorios controlados por estos combatientes está en el este del país, mientras que las rutas principales de transporte y núcleos económicos y demográficos se concentran en el oeste de Siria. Por esto, a pesar de que la superficie de los territorios conquistados por el Estado Islámico y otros grupos insurgentes salafistas es sustancial, el efecto que esto tiene en el resto del país no es equiparable.
Palmira, que forma parte de la provincia de Homs, ya lleva casi 10 días bajo el control de los combatientes del Estado Islámico. Esta ciudad concentra varios monumentos históricos y culturales, incluyendo varios que están en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Parte de la exposición del museo de Palmira había sido transportada a Damasco previo a su captura por los salafistas.
Actualmente la UNESCO y otras organizaciones internacionales hacen llamados para proteger a esta antigua ciudad. Existe el riesgo de que el Estado Islámico decida emplear esta ciudad como emblema para futuros avances por el resto del país.
La mayoría de la población ya fue evacuada, aunque hay informaciones de que varios cientos de personas no consiguieron huir de la ciudad antes de pasar bajo control de los combatientes.
La prensa había informado de 400 civiles que fueron asesinados por combatientes fundamentalistas. No obstante, fuentes locales insisten en que la cifra es mucho mayor.
Por su parte, la prensa siria citando a fuentes castrenses locales informa que existen preparativos para una operación cuyo objetivo es retomar Palmira y ya empezó a desplegar soldados a un kilómetro de los límites de la ciudad.
A la vez, el Ejército sirio continúa sus ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico en las inmediaciones de Palmira. Actualmente se libran cruentos combates en la zona, por lo que no se puede hablar de éxitos o derrotas.
Los combates más cruentos, entre Homs y Deir al Zur
La mayoría de los combates se registran tanto al este como al oeste de Palmira, ubicada en una carretera principal que conecta la ciudad de Homs, al oeste del país, con la ciudad de Deir al Zur, cerca de la frontera con Irak. Es por esto que quien controle Palmira, gozará de una posición estratégica que amenazaría la posición adversaria tanto en Homs como en Deir al Zur, dependiendo de quién gane.
La ciudad de Homs, conocida como el corazón del país, goza de una ubicación estratégica, justo en la carretera principal que conecta Alepo con Damasco, los principales núcleos urbanos y económicos del país. Estos tres núcleos urbanos están ubicados a lo largo de un corredor fértil de norte a sur que se extiende desde la frontera con Turquía, en el norte, hasta la frontera con Jordania, en el sur. Además, Homs es clave para el acceso a los puertos de Tartus y Latakia desde la capital Damasco.
La amenaza, menguada por el avance del Ejército sirio
El año pasado las tropas gubernamentales de Siria consiguieron llevar a cabo una operación militar y poner la zona bajo su control. Sin embargo, el Estado Islámico y el Frente al Nusra reforzaron sus posiciones en la frontera entre el Líbano y Siria.
Pero el avance de los extremistas hacia Homs desde Palmira podría anular estos éxitos y cortar las comunicaciones logísticas entre Damasco y la ciudades litorales de Latakia y Tartús además de Hama, Alepo y Deir al Zur.
Por otra parte, al norte de Palmira se encuentra Shaar, uno de los mayores yacimientos de gas del país. En la zona se libran combates entre el EI y las tropas sirias. Los yihadistas consiguieron tomar una planta gasítistica y ejecutaron a 200 personas, en particular a obreros e ingenieros.