La borrasca Filomena azotó España en la tarde del 8 de enero cubriendo con un manto de nieve gran parte del país, resultando Madrid uno de los territorios más afectados. El temporal de nieve, lluvia y viento obligó a interrumpir la actividad en el Aeropuerto de Barajas en la noche del 8 de enero.
El temporal, que dejó al menos cuatro muertos, afectó también la red ferroviaria y obligó a interrumpir múltiples líneas autobús debido a los problemas de circulación. Decenas de conductores resultaron atrapados en sus vehículos en distintas carreteras de la capital del país.
Después de la borrasca Filomena, España espera la llegada de una ola de frío.