Desde el 30 de septiembre de 2015, Rusia lleva a cabo una ofensiva aérea en apoyo a las Fuerzas Armadas de Siria a petición del presidente del país árabe, Bashar Asad. Los bombardeos están dirigidos contra grupos terroristas como Daesh (autoproclamado Estado Islámico) o Frente Fatah al Sham (el antiguo Frente al Nusra), proscritos en Rusia y otros países.