Según el cómputo oficial de las elecciones bolivianas del 20 de octubre, el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales ganó con el 47,08% de los votos válidos y una diferencia de 10,5 puntos sobre el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), de manera que Morales habría obtenido la reelección en primera vuelta.
Mesa llamó a las movilizaciones denunciando un supuesto fraude que le habría impedido enfrentar a Morales en una segunda vuelta.
El descontento de la oposición desembocó en multitudinarias protestas. Por su parte, los partidarios de Morales también salieron a las calles para defender la victoria del actual mandatario. Varias ciudades de Bolivia se convirtieron en el escenario de enfrentamientos entre los grupos de manifestantes, se produjeron bloqueos de calles y paros.
