"El presidente Evo Morales y nuestro Gobierno han dado la orden estricta a las Fuerzas Armadas de que bajo ninguna circunstancia va a haber ningún acuartelamiento ni operación militar en las calles", dijo el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, al salir de una reunión con el gobernante en la sede presidencial.
Zavaleta aseguró que "la situación de las Fuerzas Armadas en todo el país es de normalidad en todos los lugares, no hay ninguna movilización militar", insistiendo en que "no se ha dado orden para ninguna operación militar en este momento" de creciente tensión.
La Policía sobre el amotinamiento
Los primeros motines policiales fueron registrados al caer la noche en las ciudades de Cochabamba, Sucre y Santa Cruz y fueron reportados por los medios locales.
Por su parte, el comandante general de la Policía boliviana, Yuri Calderón, aseguró que no existe "ningún amotinamiento" policial en Cochabamba tal y como informaron varios medios de comunicación.
El oficial declaró que la situación registrada en esta ciudad boliviana es "un tema aislado". Los policías de esta localidad exigieron el cambio del comandante del Departamento, Raúl Grandy, quien fue relevado de su cargo el mismo día.
"Se aclara a la sociedad civil que los efectivos policiales se encuentran acuartelados y no amotinados como señalan algunos medios de comunicación", reza el comunicado de la Policía, citado por el Ministerio de Comunicación de Bolivia.
Calderón aseguró que no existe "ningún amotinamiento" policial en Bolivia. Con la destitución de Raúl Grandy se busca dar normalidad al trabajo policial en Cochabamba.
La Policía Boliviana promete seguir manteniendo el orden y la paz social en todo el territorial nacional tal y como lo prescribe la Constitución.
Los manifestantes siguen una convocatoria de los comités cívicos que han transformado las protestas iniciales contra un supuesto fraude en las elecciones del 20 de octubre en una movilización que exige la renuncia de Morales.