El experto ha afirmado que "Moscú entiende mejor la fragmentación de la sociedad siria, incluso la que está basada en la etnicidad y la religión". El conflicto en Siria, ha explicado, "existe no solo entre el régimen de Asad y la oposición" sino también entre las diferentes comunidades —cada una con sus propios intereses— para las cuales el presidente actual sigue siendo "la garantía para preservar el poder y su supervivencia".
"La demanda de derrocar a Asad antes de empezar las negociaciones es el único punto en el que la oposición siria tiene unanimidad", ha destacado Rosiny.
A juicio de Rosiny, el Kremlin es consciente de que las victorias militares en Siria no contribuirán a resolver el problema del futuro del país, por lo que se necesita un acuerdo sustancial entre Rusia y Occidente. "Desde el primer momento, Moscú ha sido la parte más pragmática y realista en el conflicto sirio", ha profundizado el experto.
"Un paso importante consiste en que todas las partes involucradas en el conflicto reconozcan los intereses de la otra parte pero hasta ahora no lo han logrado", ha comentado Rosiny.
En última instancia, para lograr una solución conjunta, ha concluido Rosiny, se necesitan "negociaciones realistas" con Irán, Rusia, Arabia Saudí y Turquía. Asimismo, el cambio de la retórica turca en las últimas semanas sugiere que Asad se quedará en el poder durante el período de transición, ha opinado el experto.