Argentina quiere ser "la Arabia Saudita del uranio": ¿significa un plan nuclear a la medida de EEUU?
Argentina quiere ser "la Arabia Saudita del uranio": ¿significa un plan nuclear a la medida de EEUU?
Sputnik Mundo
El Gobierno de Argentina, encabezado por Javier Milei, creó una Secretaría de Asuntos Nucleares con la intención de centrar sus esfuerzos en la producción y... 12.12.2025, Sputnik Mundo
A casi un año de haber anunciado un ambicioso Plan Nuclear Argentino, la Administración argentina resolvió modificar la institucionalidad en el sector, con la creación de una Secretaría de Asuntos Nucleares, dependiente del Ministerio de Economía argentino.A través de un comunicado, la cartera de Economía consignó que la nueva secretaría se encargará de "coordinar las distintas áreas que conforman el sector nuclear argentino", con la meta de dar "un mayor dinamismo en la ejecución de sus políticas".El texto no escatima al destacar el potencial de la energía nuclear para el país. Además de asegurar que la energía nuclear "puede cambiar la matriz económica" argentina, enfatiza que el país "tiene el potencial para convertirse en la 'Arabia Saudita del uranio'". Para conseguirlo, eso sí, el Gobierno aclara que es necesario que "los sectores minero, energético y nuclear estén alineados".En un diálogo con Sputnik, el ingeniero argentino especializado en temas energéticos Eduardo Gigante consideró que, de alguna manera, el sector nuclear argentino requería la creación de una secretaría que coordinara a todos los agentes que lo integran, algo que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) no estaba haciendo correctamente. Sin embargo, lamentó que la nueva institucionalidad coloque a la política nuclear argentina bajo las órdenes del Ministerio de Economía, un ente que para el especialista hará pesar "su mirada típicamente económica" por sobre objetivos estratégicos de desarrollo energético del país.La búsqueda de que el campo nuclear inyecte dólares al país lleva a las autoridades argentinas a centrarse más en la minería de uranio y la posibilidad de exportar el mineral, clave para el combustible nuclear, hacia otros países. De todas maneras, Gigante enfatizó que el concepto de ser "la Arabia Saudita del uranio" resulta "exagerado".Para el especialista, Argentina "no cuenta con los recursos ni las reservas que tienen otras potencias como Australia o Kazajistán", al punto que el país sudamericano actualmente debe importar el uranio para alimentar las centrales nucleares que funcionan nacionalmente.Si bien el país tiene, de acuerdo con cifras oficiales de la CNEA, reservas comprobadas de uranio por más de 30.000 toneladas y potenciales por un total de 80.000 toneladas, Gigante recordó que Argentina abandonó la producción del mineral en 1997, lo que hace que retomar la extracción no sea tan sencillo. "El problema es que no es tan fácil volver a poner en línea una mina de uranio", apuntó.Una política a pedido de la Casa BlancaTambién consultado por Sputnik, el ingeniero experto en el sector nuclear Nicolás Malinovsky vinculó directamente la política nuclear de Milei con los condicionamientos que Argentina mantiene tanto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como con el Gobierno de Donald Trump, como consecuencia de su endeudamiento.Para el especialista, el objetivo de ser "la Arabia Saudita del uranio" esconde la intención del Gobierno de Milei de "reprimarizar más el sector nuclear", dejando a Argentina únicamente como "un proveedor de uranio como materia prima" y no como un productor de combustible nuclear o de desarrollo de centrales nucleares, algo que quedó de manifiesto en la interrupción de proyectos como el reactor modular CAREM.Malinovsky mencionó que esa intención se ratifica con la designación de Federico Ramos Nápoli, un abogado de 30 años que, sin vínculos técnicos con la energía nuclear, ya había sido designado por Milei como presidente de Dioxitek, una empresa estatal argentina encargada de la fabricación de combustible nuclear a partir de uranio."Ramos Nápoli va a ser un títere de lo que pidan en la Casa Rosada y en la Casa Blanca", remarcó Malinovski, en relación con que la gestión del joven abogado estará centrada, según él, en consolidar a Argentina como proveedor de uranio para EEUU, una potencia con necesidad de "diversificar sus fuentes" del mineral.Por ese motivo, Malinovsky insistió en que, más que una política nuclear, lo que lleva adelante el Gobierno de Milei "es una política minera" en torno al uranio. "Lo que se está haciendo es tomar uno de los minerales estratégicos que se utiliza para las centrales nucleares para venderlo al exterior, pero eso no tiene nada que ver con el desarrollo nuclear que durante más de 70 años se hizo en el país", complementó.Por su parte, Gigante opinó que, incluso, ese objetivo puede ser difícil de cumplir para la actual administración argentina, ya que Argentina "no está en condiciones de ser proveedor de nada a EEUU" en materia de energía nuclear. Además, el país norteamericano ya cuenta con la tecnología suficiente, Argentina podría tener problemas incluso para colocar su uranio en EEUU, que ya se abastece del mineral de Rusia y Australia, un país con el que tiene una alianza geopolítica más sólida.Por ese motivo, Gigante estimó que, más que convertir a Argentina en un proveedor de uranio, el interés de EEUU en la política nuclear argentina es asegurarse de que el país sudamericano no se convierta en un actor más relevante en la fabricación de reactores modulares, campo en el que Washington busca pisar cada vez más fuerte.
El Gobierno de Argentina, encabezado por Javier Milei, creó una Secretaría de Asuntos Nucleares con la intención de centrar sus esfuerzos en la producción y exportación de uranio. Expertos consultados por Sputnik cuestionaron que se deje de lado el "papel estratégico" del desarrollo nuclear argentino "a pedido" de la Casa Blanca.
A casi un año de haber anunciado un ambicioso Plan Nuclear Argentino, la Administración argentina resolvió modificar la institucionalidad en el sector, con la creación de una Secretaría de Asuntos Nucleares, dependiente del Ministerio de Economía argentino.
A través de un comunicado, la cartera de Economía consignó que la nueva secretaría se encargará de "coordinar las distintas áreas que conforman el sector nuclear argentino", con la meta de dar "un mayor dinamismo en la ejecución de sus políticas".
El texto no escatima al destacar el potencial de la energía nuclear para el país. Además de asegurar que la energía nuclear "puede cambiar la matriz económica" argentina, enfatiza que el país "tiene el potencial para convertirse en la 'Arabia Saudita del uranio'".
Para conseguirlo, eso sí, el Gobierno aclara que es necesario que "los sectores minero, energético y nuclear estén alineados".
En un diálogo con Sputnik, el ingeniero argentino especializado en temas energéticos Eduardo Gigante consideró que, de alguna manera, el sector nuclear argentino requería la creación de una secretaría que coordinara a todos los agentes que lo integran, algo que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) no estaba haciendo correctamente.
Sin embargo, lamentó que la nueva institucionalidad coloque a la política nuclear argentina bajo las órdenes del Ministerio de Economía, un ente que para el especialista hará pesar "su mirada típicamente económica" por sobre objetivos estratégicos de desarrollo energético del país.
"Considero que el Gobierno busca alternativas para poder tener ingresos de dólares y divisas de forma rápida, aunque no se trata de subir una palanca y que empiece a funcionar", explicó Gigante.
La búsqueda de que el campo nuclear inyecte dólares al país lleva a las autoridades argentinas a centrarse más en la minería de uranio y la posibilidad de exportar el mineral, clave para el combustible nuclear, hacia otros países. De todas maneras, Gigante enfatizó que el concepto de ser "la Arabia Saudita del uranio" resulta "exagerado".
Para el especialista, Argentina "no cuenta con los recursos ni las reservas que tienen otras potencias como Australia o Kazajistán", al punto que el país sudamericano actualmente debe importar el uranio para alimentar las centrales nucleares que funcionan nacionalmente.
Si bien el país tiene, de acuerdo con cifras oficiales de la CNEA, reservas comprobadas de uranio por más de 30.000 toneladas y potenciales por un total de 80.000 toneladas, Gigante recordó que Argentina abandonó la producción del mineral en 1997, lo que hace que retomar la extracción no sea tan sencillo. "El problema es que no es tan fácil volver a poner en línea una mina de uranio", apuntó.
Una política a pedido de la Casa Blanca
También consultado por Sputnik, el ingeniero experto en el sector nuclear Nicolás Malinovsky vinculó directamente la política nuclear de Milei con los condicionamientos que Argentina mantiene tanto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como con el Gobierno de Donald Trump, como consecuencia de su endeudamiento.
"Se trata de un paso más en reordenar el sector nuclear para ponerlo bajo la dirección o funcionalidad de lo que EEUU exige al Gobierno de Milei", comentó.
Para el especialista, el objetivo de ser "la Arabia Saudita del uranio" esconde la intención del Gobierno de Milei de "reprimarizar más el sector nuclear", dejando a Argentina únicamente como "un proveedor de uranio como materia prima" y no como un productor de combustible nuclear o de desarrollo de centrales nucleares, algo que quedó de manifiesto en la interrupción de proyectos como el reactor modular CAREM.
Malinovsky mencionó que esa intención se ratifica con la designación de Federico Ramos Nápoli, un abogado de 30 años que, sin vínculos técnicos con la energía nuclear, ya había sido designado por Milei como presidente de Dioxitek, una empresa estatal argentina encargada de la fabricación de combustible nuclear a partir de uranio.
"Ramos Nápoli va a ser un títere de lo que pidan en la Casa Rosada y en la Casa Blanca", remarcó Malinovski, en relación con que la gestión del joven abogado estará centrada, según él, en consolidar a Argentina como proveedor de uranio para EEUU, una potencia con necesidad de "diversificar sus fuentes" del mineral.
Por ese motivo, Malinovsky insistió en que, más que una política nuclear, lo que lleva adelante el Gobierno de Milei "es una política minera" en torno al uranio.
"Lo que se está haciendo es tomar uno de los minerales estratégicos que se utiliza para las centrales nucleares para venderlo al exterior, pero eso no tiene nada que ver con el desarrollo nuclear que durante más de 70 años se hizo en el país", complementó.
Por su parte, Gigante opinó que, incluso, ese objetivo puede ser difícil de cumplir para la actual administración argentina, ya que Argentina "no está en condiciones de ser proveedor de nada a EEUU" en materia de energía nuclear. Además, el país norteamericano ya cuenta con la tecnología suficiente, Argentina podría tener problemas incluso para colocar su uranio en EEUU, que ya se abastece del mineral de Rusia y Australia, un país con el que tiene una alianza geopolítica más sólida.
"Argentina no es complementario con EEUU en el sector nuclear. Más bien es una competencia y podría ser una competencia bastante importante en el campo de los SMR (Reactores Modulares Pequeños) como el CAREM si el Gobierno no lo hubiera desfinanciado", apuntó.
Por ese motivo, Gigante estimó que, más que convertir a Argentina en un proveedor de uranio, el interés de EEUU en la política nuclear argentina es asegurarse de que el país sudamericano no se convierta en un actor más relevante en la fabricación de reactores modulares, campo en el que Washington busca pisar cada vez más fuerte.
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