Boric y Lula ante embates de Trump: buscan que Uruguay se una al "mapa progresista"
Boric y Lula ante embates de Trump: buscan que Uruguay se una al "mapa progresista"
Sputnik Mundo
Tras acordar la convocatoria a una cumbre progresista en la región, el presidente chileno, Gabriel Boric, visitó Uruguay para reunirse con su presidente... 03.02.2025, Sputnik Mundo
Apenas unos días después de dialogar con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario de Chile, Gabriel Boric, hizo escala en Uruguay para entrevistarse con quien presidirá el país a partir del 1 de marzo, Yamandú Orsi. La visita al próximo jefe de Estado uruguayo, de la coalición de izquierda Frente Amplio, parece ser el primer paso de Boric para concretar un "encuentro de líderes progresistas" en suelo chileno.Boric y Lula habían hablado telefónicamente el 29 de enero y, además de confirmar una visita del chileno a Brasil en los próximos meses, ambos líderes coordinaron un "encuentro de líderes progresistas para defender la democracia, la ciencia, el respeto y el trabajo con quienes más sufren y los valores humanistas", según adelantó a través de la red social X. Por el mismo medio, el presidente brasileño había resaltado "la importancia de trabajar por la integración de América Latina y el Caribe en el contexto actual, teniendo en cuenta los desafíos históricos de combatir las desigualdades y promover la inclusión social y el desarrollo sustentable".En ese contexto, Orsi aparece en el mapa de América Latina como un eventual nuevo aliado. Proveniente del Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector del Frente Amplio liderado por el expresidente José Mujica (2010-2015), Orsi ha calificado a Boric y Lula como "sus referentes" progresistas en la región, aunque también ha evitado criticar al presidente estadounidense Donald Trump o el argentino Javier Milei.Durante una rueda de prensa en Uruguay, Boric ratificó su intención de contar con el presidente electo uruguayo. "Con Yamandú (Orsi), no me cabe ninguna duda que vamos a trabajar firmes en la integración de América Latina", apuntó, remarcando que, en este momento, "en toda América Latina y en el mundo se tambalea un principio que es demasiado importante en política que es no sembrar el odio".Consultado por Sputnik, el analista internacional uruguayo Nicolás Pose consideró que la "coincidencia programática" entre Boric, Lula y Orsi "puede generar una buena plataforma para alcanzar algunos acuerdos", aunque remarcó que para que esto funcione "debería plasmarse en iniciativas concretas que logren trascender el punto de partida".Para el experto, buscar mecanismos de integración "es una necesidad no solo de los gobiernos progresistas sino de todos los países de la región" en un contexto en el que los EEUU de Trump busca imponerse mediante "los recursos de poder más duros de la política internacional: el tamaño de mercado, el poderío militar y el poderío financiero".Para el analista, la necesidad de "resistir los embates más duros" de las políticas de Trump generan "incentivos para la cooperación en la región", aunque también deja espacios para que otros países decidan "ir por su cuenta y conseguir un trato relativo mejor". Si la postura defendida por Lula y Boric es la que predomina en América Latina, la región podría pararse ante las amenazas del presidente estadounidense "con mayor fortaleza".La moderación del presidente uruguayoAhora bien, Pose aclaró que la contribución que el nuevo presidente uruguayo puede hacer en esa integración es relativa, en la medida en que Uruguay es un país relativamente pequeño y "no es de los directamente más afectados por la agenda" impuesta por Trump, al menos en este momento. "La agenda migratoria de Trump no tiene a los uruguayos como uno de los principales objetivos ni se ha mencionado al país como potencial receptor de nuevos aranceles", indicó.Para Pose, "no sería lógico" que, en este contexto, Orsi coloque la incorporación a un espacio de coordinación regional para contrarrestar las medidas de Trump como una "prioridad". De hecho, Orsi había dicho en noviembre de 2024, y en un evento con empresarios uruguayos, que daría importancia al vínculo con Washington porque es uno de los países que "son protagonistas" y, por tanto, con los que "hay que vincularse".Pose tampoco imagina al nuevo presidente uruguayo en grandes polémicas con uno de los mayores aliados de Trump y vecino de Uruguay, el presidente argentino, Javier Milei. "No me imagino a Orsi en polémicas, sino todo lo contrario porque ese es su perfil, en particular con Argentina. Ha sido muy claro en que, más allá de convergencias y divergencias, Uruguay tiene la necesidad de encontrar entendimientos mínimos con Argentina", apuntó.De todos modos, el experto uruguayo consideró que el presidente uruguayo electo "no obstaculizará esfuerzos de otros gobiernos de tratar de coordinar posiciones" y seguramente se sume a este tipo de iniciativas, aunque "no desde una posición de liderazgo".También en diálogo con Sputnik, el exdiputado uruguayo y presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Frente Amplio, Pablo Álvarez, admitió que la integración regional "no está en sus mejores momentos" pero afirmó que el nuevo presidente uruguayo no tendrá inconvenientes en participar de ese espacio de coordinación ideado por Lula y Boric.Para el dirigente frenteamplista, la integración latinoamericana ya no es únicamente "una manera de saldar cuentas con lo que querían los próceres en el pasado" sino que cada vez se vuelve más "una necesidad del presente y una condición de futuro para la región", dado que "el mundo se ha movido hacia la conformación de bloques que tienden a cerrarse". En ese contexto, aventuró que "desde Uruguay la mirada de integración va a ser central en la política hacia la región".Álvarez opinó que, tras las medidas y amenazas lanzadas por Trump hacia varios países de la región, cada país "ha reaccionado en la medida que ha podido", dado que cada mandatario debe gobernar "con un ojo adentro y un ojo afuera", teniendo en cuenta también los intereses propios de sus pueblos. Si bien es comprensible, remarcó el dirigente, demuestra como "la integración regional se vuelve absolutamente necesaria".
Tras acordar la convocatoria a una cumbre progresista en la región, el presidente chileno, Gabriel Boric, visitó Uruguay para reunirse con su presidente electo, el izquierdista Yamandú Orsi. "Es imperativo tratar de coordinar algunas posiciones a la hora de enfrentar agendas negativas que vengan desde EEUU", dijo a Sputnik el analista Nicolás Pose.
Apenas unos días después de dialogar con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario de Chile, Gabriel Boric, hizo escala en Uruguay para entrevistarse con quien presidirá el país a partir del 1 de marzo, Yamandú Orsi. La visita al próximo jefe de Estado uruguayo, de la coalición de izquierda Frente Amplio, parece ser el primer paso de Boric para concretar un "encuentro de líderes progresistas" en suelo chileno.
Boric y Lula habían hablado telefónicamente el 29 de enero y, además de confirmar una visita del chileno a Brasil en los próximos meses, ambos líderes coordinaron un "encuentro de líderes progresistas para defender la democracia, la ciencia, el respeto y el trabajo con quienes más sufren y los valores humanistas", según adelantó a través de la red social X. Por el mismo medio, el presidente brasileño había resaltado "la importancia de trabajar por la integración de América Latina y el Caribe en el contexto actual, teniendo en cuenta los desafíos históricos de combatir las desigualdades y promover la inclusión social y el desarrollo sustentable".
En ese contexto, Orsi aparece en el mapa de América Latina como un eventual nuevo aliado. Proveniente del Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector del Frente Amplio liderado por el expresidente José Mujica (2010-2015), Orsi ha calificado a Boric y Lula como "sus referentes" progresistas en la región, aunque también ha evitado criticar al presidente estadounidense Donald Trump o el argentino Javier Milei.
Durante una rueda de prensa en Uruguay, Boric ratificó su intención de contar con el presidente electo uruguayo. "Con Yamandú (Orsi), no me cabe ninguna duda que vamos a trabajar firmes en la integración de América Latina", apuntó, remarcando que, en este momento, "en toda América Latina y en el mundo se tambalea un principio que es demasiado importante en política que es no sembrar el odio".
Consultado por Sputnik, el analista internacional uruguayo Nicolás Pose consideró que la "coincidencia programática" entre Boric, Lula y Orsi "puede generar una buena plataforma para alcanzar algunos acuerdos", aunque remarcó que para que esto funcione "debería plasmarse en iniciativas concretas que logren trascender el punto de partida".
Para el experto, buscar mecanismos de integración "es una necesidad no solo de los gobiernos progresistas sino de todos los países de la región" en un contexto en el que los EEUU de Trump busca imponerse mediante "los recursos de poder más duros de la política internacional: el tamaño de mercado, el poderío militar y el poderío financiero".
"La pregunta es cómo equilibrar un poco la cancha y una respuesta evidente es coordinar acciones entre todos aquellos más débiles en términos de recursos materiales. Para la región es imperativo tratar de coordinar algunas posiciones a la hora de enfrentar agendas negativas que vengan desde EEUU, ya sean aranceles, cuestiones migratorias o cualquier otra", argumentó Pose.
Para el analista, la necesidad de "resistir los embates más duros" de las políticas de Trump generan "incentivos para la cooperación en la región", aunque también deja espacios para que otros países decidan "ir por su cuenta y conseguir un trato relativo mejor". Si la postura defendida por Lula y Boric es la que predomina en América Latina, la región podría pararse ante las amenazas del presidente estadounidense "con mayor fortaleza".
La moderación del presidente uruguayo
Ahora bien, Pose aclaró que la contribución que el nuevo presidente uruguayo puede hacer en esa integración es relativa, en la medida en que Uruguay es un país relativamente pequeño y "no es de los directamente más afectados por la agenda" impuesta por Trump, al menos en este momento. "La agenda migratoria de Trump no tiene a los uruguayos como uno de los principales objetivos ni se ha mencionado al país como potencial receptor de nuevos aranceles", indicó.
Para Pose, "no sería lógico" que, en este contexto, Orsi coloque la incorporación a un espacio de coordinación regional para contrarrestar las medidas de Trump como una "prioridad". De hecho, Orsi había dicho en noviembre de 2024, y en un evento con empresarios uruguayos, que daría importancia al vínculo con Washington porque es uno de los países que "son protagonistas" y, por tanto, con los que "hay que vincularse".
Pose tampoco imagina al nuevo presidente uruguayo en grandes polémicas con uno de los mayores aliados de Trump y vecino de Uruguay, el presidente argentino, Javier Milei. "No me imagino a Orsi en polémicas, sino todo lo contrario porque ese es su perfil, en particular con Argentina. Ha sido muy claro en que, más allá de convergencias y divergencias, Uruguay tiene la necesidad de encontrar entendimientos mínimos con Argentina", apuntó.
De todos modos, el experto uruguayo consideró que el presidente uruguayo electo "no obstaculizará esfuerzos de otros gobiernos de tratar de coordinar posiciones" y seguramente se sume a este tipo de iniciativas, aunque "no desde una posición de liderazgo".
También en diálogo con Sputnik, el exdiputado uruguayo y presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Frente Amplio, Pablo Álvarez, admitió que la integración regional "no está en sus mejores momentos" pero afirmó que el nuevo presidente uruguayo no tendrá inconvenientes en participar de ese espacio de coordinación ideado por Lula y Boric.
"Orsi fue electo por el Frente Amplio, que tiene en su programa a la integración regional como un elemento central de su política. Orsi también ha hecho una valoración de esa agenda particular que han promovido Lula y Boric y no me cabe ninguna duda de que el próximo gobierno de Uruguay estará a tono con esa mirada", argumentó Álvarez.
Para el dirigente frenteamplista, la integración latinoamericana ya no es únicamente "una manera de saldar cuentas con lo que querían los próceres en el pasado" sino que cada vez se vuelve más "una necesidad del presente y una condición de futuro para la región", dado que "el mundo se ha movido hacia la conformación de bloques que tienden a cerrarse". En ese contexto, aventuró que "desde Uruguay la mirada de integración va a ser central en la política hacia la región".
Álvarez opinó que, tras las medidas y amenazas lanzadas por Trump hacia varios países de la región, cada país "ha reaccionado en la medida que ha podido", dado que cada mandatario debe gobernar "con un ojo adentro y un ojo afuera", teniendo en cuenta también los intereses propios de sus pueblos. Si bien es comprensible, remarcó el dirigente, demuestra como "la integración regional se vuelve absolutamente necesaria".
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