Tomaron las calles y ahora buscan tomar el Parlamento Europeo. Un movimiento que se volvió insoportable para el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al mostrarle el infierno y crearle la peor crisis de su Gobierno en tiempo récord: tanto respecto al de la existencia del movimiento en sí, como del que lleva Macron en el Elíseo.
Y el más ilustre de todos, es el de quien tomó la batuta de forma natural: Ingrid Levavasseur, enfermera de 31 años, divorciada, madre de dos hijos a los que educa en solitario y residente en Normandia. A Levavasseur el diario Le Monde le endilga facilidad para la oratoria: se proyectó como una de las figuras mediáticas del movimiento al ser invitada frecuente en radio y televisión.
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A tal punto llegaron las cosas, que la cadena BFM-TV le ofreció un puesto de columnista, pero "un torrente de insultos y amenazas" la llevaron a rechazar la oferta, a pesar de ser vista como una persona imperturbable.
La lista se llamaría RIC, Rally de Iniciativa Ciudadana y la encabezaría la misma Levavasseur, quien anunció a 10 miembros del movimiento, la mayoría desconocidos a nivel nacional, pero algunos ya tienen 'tablas' y son identificados por haber hablado ante la prensa o en los grupos de discusión de chalecos amarillos.
Críticos de los partidos políticos y del funcionamiento de las instituciones, los chalecos amarillos defienden su decisión afirmando que quienes resulten electos eurodiputados tendrán como misión principal servir de "portavoces de los ciudadanos, que serán consultados a lo largo de todo el mandato". Con ese vínculo directo, el movimiento cree que los ciudadanos pasarán a ser actores de la nueva construcción europea.
En este sentido, Santiago Niño Becerra, Dr. en Economía y catedrático de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, explica que en el momento en que este grupo de personas constituye un partido político, ya pasan a estar 'encausados' dentro del sistema.
"Por esto, yo entiendo que a todos los partidos políticos les parezca muy bien, porque al constituirse en un partido político tendrían que someterse a unas reglas".
Para el analista, el mensaje de los chalecos amarillos que ahora es gritado los sábados en Los Campos Elíseos, que tienen un eco enorme porque allí puede estar cualquiera grabándolo con su móvil y colgarlo luego en YouTube, puede estar cualquier periodista de cualquier medio y luego reproducirlo por televisión, periódicos, internet, etc., en cualquier momento, luego no podrá ser así.
Otros partidos como Agrupación Nacional de Marine Le Pen, y Debout France, temen que las aspiraciones de los 'chalecos amarillos' impulsen la recuperación política de La República en Marcha o del Partido Radical de Izquierda.
"Cuando sean partido político, y creo que sacarán unos cuántos diputados, estarán diluidos dentro de ese Parlamento Europeo y siguiendo una dinámica, por eso es perfectamente lógico que a los partidos políticos franceses les parezca muy bien que se constituyan en partido político", observa Niño Becerra.
En tanto, un reciente sondeo de Elabe sitúa a los chalecos amarillos con un 13% de intención de voto, situándose en tercer lugar detrás de La República en Marcha de Macron que a día de hoy obtendría el 22,5% de los votos, y de Agrupación Nacional que llegaría al 17,5% de los sufragios.
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— ELABE (@elabe_fr) 25 января 2019 г.
Niño Becerra incide en que a los datos sobre las posibles intenciones de voto que se han hecho públicas "las dejaría un poco en la nevera, porque son incontables las veces en que las encuestas realizadas por institutos prestigiosísimos se han equivocado".
"En el momento en que un movimiento de estos se convierte en un partido político, entran en una dinámica que, en primer lugar, es carísima de mantener. Hace falta un respaldo económico muy potente. […] Y en segundo lugar, van a estar muy solos y tienen que enfrentarse a otros partidos que están totalmente dispuestos a hacer coaliciones, uniones, etc. Entonces se diluyen, acaban siendo diluidos", sentencia el Dr. Santiago Niño Becerra.