La política está hecha de gestos, y en eso juega un papel fundamental la percepción que de ellos tiene la opinión pública. Y en estos gestos es que el presidente galo sigue perdiendo su partido desde hace meses ya, y la perspectiva de dar vuelta el resultado es cada vez menor.
El columnista de Sputnik y exdirector de Euronews, Luis Rivas, incide en que esta es la segunda vez que el jefe de Estado francés se reúne con grandes empresarios internacionales.
"La idea de Macron es la de convertir a Francia en un país atractivo para la inversión extranjera porque está convencido de que […] tiene mala fama por la fuerza de bloqueo de sus sindicatos por unas leyes laborales que él considera restrictivas y que bloquean la inversión extranjera".
"Esta segunda invitación a los inversores extranjeros se ve en una gran contradicción porque, por un lado, hace diez semanas que una parte de Francia está protestando precisamente por la situación económica que están viviendo, y por otro, se invita a grandes empresarios extranjeros –en especial a las grandes multinacionales norteamericanas– al mismo tiempo se está estudiando en Francia la posibilidad de subirle los impuestos a esas mismas empresas. Es una gran contradicción que define un momento político y económico en Francia que es bastante delicado para el presidente Macron", observa el analista.
Mientras, un reciente estudio realizado por la empresa encuestadora Odoxa-Fiducial, reveló que al menos el 70% de los ciudadanos franceses no confían en el debate nacional propuesto por el presidente galo, Emmanuel Macron.
Asimismo, el sondeo arrojó que el 68% no cree que el inquilino del Elíseo esté a la "altura" de la crisis de seguridad que existe en el país a causa de las marchas de los chalecos amarillos, quienes a su vez son apoyados por el 56% de los franceses. Entretanto, un 77% opina que podrían registrarse nuevas escenas de violencia en el país galo.
"Gilets jaunes": 7 Français sur 10 estiment que le grand débat national n'aboutira pas à des mesures utiles pour le payshttps://t.co/fHTA5Jlbfj pic.twitter.com/VGTWtjVevG
— franceinfo (@franceinfo) 10 января 2019 г.
Los franceses, y sobre todo los chalecos amarillos, no creen en el 'grand débat' de Macron por considerarlo muy encuadrado, explica Rivas.
"Aunque Macron ha dicho que todos los asuntos se pueden discutir, también ha afirmado claramente que hay algunos que no se van a trastocar y que su política reformista seguiría adelante. El impuesto a las grandes fortunas que él ha dicho que no piensa reinstaurar, es una de las medidas simbólicas que siempre han pedido los chalecos amarillos [que se vuelva a aplicar]".
"Ha llegado a un momento después de diez semanas de protestas en que los chalecos amarillos no van a echarse para atrás, no van a renunciar, porque no confían en que las peticiones que se puedan hacer desde la base, desde las ciudades y los pueblos de Francia, después tengan una traducción política. Muchos de ellos piensan que esto es un juego político del presidente Macron para llegar a las elecciones europeas, y demostrar ahí, si lograra obtener buenos resultados, que su política sigue siendo aceptada por la mayoría de su población", concluye Luis Rivas.
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