Después del acuerdo histórico de Europa y Japón, no era nada improbable el acuerdo de Trump y Europa.
The Washington Post juzga que detrás de la desescalada comercial de Trump contra Europa pesaron las súplicas de los líderes del Partido Republicano en el Congreso de cara a las cruciales elecciones intermedias de noviembre. Trump retrocedió en sus "tres principales prioridades" con el fin de salvar las mayorías de su partido:
- La desescalada de su guerra comercial impopular, que ha afectado a la base de sus electores, en especial a los agricultores.
- Su silencio sobre la construcción de la tercera parte del muro con México.
- El diferimiento para el año entrante de la invitación del presidente Putin a la Casa Blanca, que había sido pensada para este otoño.
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El portal alemán Deutsche Welle reporta que el presidente galo, Emmanuel Macron, "rechaza un acuerdo comercial Europa-EEUU por el contexto", que carece de "equilibrio y reciprocidad".
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Juncker cedió demasiado en dos renglones que quizá no pueda cumplir pero que le han dado municiones propagandísticas a Trump, mientras que EEUU cedió en forma insulsa sobre la "reforma a la OMC".
En la cuestión agrícola, Europa no es una gran consumidora de soya, a diferencia de China, que ahora ha suplido sus previas compras a EEUU por importaciones de Brasil.
La otra concesión de Juncker para importar "masivamente" gas licuado de EEUU ya se podía esperar desde que Trump criticó el sometimiento de Alemania al gas ruso por haber adoptado el Nord Stream 2.
Una cosa es que Juncker haya prometido construir un mayor número de terminales en Europa para la importación del gas licuado estadunidense y otra es que esto sea viable, ya que el gas ruso, por su localización, es mucho más barato.
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A juicio del británico Edward Luce, del The Financial Times (26.07.18), "existen tres fuerzas que conspiran para empeorar las relaciones de EEUU y China":
- La política: las elecciones intermedias de noviembre cuando Trump explotará el "miedo a China"
- La geopolítica: en momentos de alta tensión militar en Oriente Medio, "China está en el lado equivocado frente a la política de Trump contra Irán", cuando para "la mayoría de empresas europeas, el dolor de perder los negocios con EEUU supera de lejos cualquier prospecto de ganancia en Irán", hoy apoyado por China.
- La inflexibilidad china.
Sarah Zheng, del portal SCMP, con sede en Hong Kong y vinculado a la trasnacional china Ali Baba, deduce que Trump "volteará todo el fuego de guerra comercial contra China después de su arreglo con la Unión Europea para suspender las tarifas".
En realidad, detrás de toda la guerra comercial de Trump contra China está el objetivo de detener, sino dislocar, el gran proyecto tecnológico 'Hecho en China 2025'.
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En uno de sus letales tuits Trump insistió en que China obtuvo US$517,000 millones de EEUU el año pasado y que el haber golpeado a los agricultores de EEUU fue un golpe bajo.
El compromiso entre Washington y Bruselas —que también ha sido calificado de "desescalada", "armisticio", "cese al fuego" y "tregua"—, "no resuelve completamente sus problemas" ya que "será un inmenso desafío realizar las tarifas cero entre los dos" cuando el "consenso será difícil de conseguir dentro de Europa y Trump probablemente romperá su palabra de nuevo".
Según Global Times "existe la probabilidad de que EEUU ralentice sus conflictos con Europa y ahora se enfoque en contrarrestar a China".
El rotativo aborda un escenario en el que, después del acuerdo de Europa con Japón, también EEUU y Europa vayan en la dirección de una "zona comercial de tarifa cero" en cuyo caso "China será forzada a reducir sus impuestos a las importaciones" y "Beijing tendrá dificultades para expandir sus lazos comerciales con otros países".
El rotativo del Ejército chino, People's Daily, arguye que la "guerra comercial está causando un impacto real en la economía de EEUU". Por lo pronto, el Departamento de Agricultura de EEUU adoptará un plan de emergencia por US$12,000 millones para ayudar a los agricultores golpeados por la guerra comercial.
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Según el FMI, a pesar de la amenaza de los efectos colaterales de la guerra comercial, el desempeño económico de China obtiene una calificación positiva.
En la décima cumbre de los BRICS en Sudáfrica, escamoteada por los multimedia de 'Occidente', se generaron tres noticias relevantes:
- El mandarín Xi urgió "a los miembros de los BRICS a profundizar la asociación estratégica y a abrirse a una segunda década dorada" para incrustarse en la "cuarta revolución industrial" en ciencia, tecnología, industria, inteligencia artificial, big data, información cuántica y biotecnología. Las pasadas revoluciones industriales fueron encabezadas por países desarrollados de Occidente, mientras que en esta ocasión los países en vías de desarrollo (que contribuyen al 80% del crecimiento económico mundial), en especial los BRICS, serán una parte inherente.
- El zar Vlady Putin y el mandarín Xi "intercambiaron puntos de vista sobre la presente situación internacional".
- El mandarín Xi expresó que "China impulsará una asociación de desarrollo mas estrecha con India".
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Llama la atención que los mandatarios de India y China, las dos principales geoeconomías de los mercados emergentes, se hayan reunido "tres veces en tres meses" con el fin de "fortalecer su cooperación bilateral, mientras exploran un nuevo modelo de cooperación regional".
Finalmente, Trump usa a Europa como carne de cañón para su guerra comercial contra Rusia mediante el gas licuado y contra China, de mayor envergadura, para impedir su asunción como nueva "superpotencia tecnológica" con su proyecto 'Hecho en China 2025'.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK