Las declaraciones del presidente francés se basan en el "muy probable" origen sirio de la utilización de presuntas armas químicas sobre civiles. Sin la confirmación de ninguna entidad internacional, es decir, sin pruebas fehacientes, Francia se dirige hacia una guerra supuestamente preventiva. Y siguiendo con las presunciones, no será la primera vez que un conflicto armado se inicie en base a una "fake news", término que en inglés aparece a los oídos como una expresión más elegante que la vulgar mentira.
En Francia una mayoría de ciudadanos todavía se enorgullece de la actitud del expresidente Jacques Chirac, que se negó a seguir la trampa norteamericana y se desmarcó de un conflicto que destrozó el país árabe y entre cuyas consecuencias destaca la aparición de ISIS (el autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia).
No te lo pierdas: ¿Pretenden aplicar los países occidentales el guion libio-iraquí en Siria?
Los dirigentes franceses invocan a la moral para justificar sus acciones en el exterior. Chirac y su entonces Ministro de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, se ganaron un aplauso en el Consejo de Seguridad. Pero ya hoy hasta los infantes saben que detrás de cada decisión se encuentran los intereses económicos y estratégicos, y es lógico.
Diez años más tarde, el presidente François Hollande ya había ordenado la puesta en marcha de sus portaviones y cazas para atacar objetivos sirios. Se creía embarcado en una coalición militar "del bien", acompañado por el Nobel de la Paz, Barack Obama. Pero el presidente norteamericano se retiró en el último segundo y dejó a Francia y a Hollande en la soledad del guerrero moral. Y, en solitario, ni Francia ni Hollande se atrevieron a ir a la guerra.
Te puede interesar: La razón por la que EEUU no ataca a los terroristas con sus "misiles inteligentes"
Pocos dirigentes internacionales son motivo de burla e insultos en Francia como Donald Trump. Pero cuando el primer dirigente norteamericano tuitea que va enviar "bonitos" misiles a Siria, en París se sienten obligados a actuar al lado de su aliado, repetimos, como un "deber moral".
Al tiempo que Macron anunciaba los tambores de guerra, el Príncipe Mohamed Ben Sultán, nuevo hombre fuerte de Arabia Saudí, visitaba en palacio del Elíseo. Ryad y sus aliados en el Golfo bombardean posiciones yemeníes desde hace meses en una guerra —como todas— cruel, donde las principales víctimas —como en casi toda las guerras— son los civiles.
Emmanuel Macron se alía con Donald Trump en una represalia edificada sobre presunciones, pero no es acompañado en esa guerra "moral" ni por Berlín, ni por Roma, por citar solo algunos de los miembros de esa Unión Europea que el presidente francés pretende reimpulsar. ¿Son los alemanes, los italianos o los griegos menos "morales" que los franceses?
Más aquí: Macron y Trump acuerdan seguir la lucha contra ISIS hasta el final
Tampoco en su país Macron cuenta con el apoyo de la mayoría de las fuerzas políticas. Aparte de su grupo, solo algunos exponentes del moribundo Partido Socialista le animan al ataque. El primero, su predecesor, François Hollande, el que en su día se echó para atrás cuando vió que no podría hacerse la foto de la victoria en Damasco con Barack Obama.
Una acción que París quiere utilizar como caución moral. Una demostración, a pequeña escala, de la "grandeur" militar que Macron ha anunciado en sus discursos pre y post presidencia.
Además: Francia, impotente para frenar el terrorismo islamista
Una iniciativa insuficiente para atraer el aplauso de una ciudadanía más preocupada por la crisis social, las huelgas y el futuro de sus jóvenes. Una decisión que compromete a Francia en la obsesión de Washington y de la OTAN por implicar a Europa en guerras discutibles y perpetuar la dependencia militar europea de la industria militar norteamericana.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK