Independentistas y autonomistas tienen mayoría en la Asamblea local corsa tras las elecciones de diciembre. El 55,5% obtenido, con un 47,5% de abstención, concedía a los nacionalistas cierta fuerza para exigir, desde su punto de vista, concesiones mayores al Jefe del Estado, incluso si esos comicios no reflejan el número de ciudadanos corsos partidarios de la independencia.
Los independentistas o autonomistas corsos saben muy bien que la diferencia entre las dos entidades se refleja sobre todo en la participación en el Producto Interior Bruto (PIB) del país al que pertenecen. Córcega es una de las regiones más pobres de Francia y contribuye con un 0,5% al PIB nacional, por casi un 20% de Cataluña con respecto a España. París subvenciona al año con 3.600 millones de euros a la isla.
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Macron no podía partir sin hacer alguna concesión. Pero el mandatario puso enseguida los límites: no habrá amnistía para los implicados en asesinatos terroristas; la lengua corsa no tendrá el mismo rango que la francesa y el estaеuto especial de residente no es una solución. Sobre el acercamiento de los presos, ni una palabra.
"La identidad singular no debe llevar a la división"
No se trata tampoco de una sorpresa. En su primera vista a Córcega, durante la campaña electoral para la Presidencia en abril del años pasado, el entonces aspirante al Elíseo manifestó: "El lugar de Córcega está dentro de la República, y la República es lo suficientemente fuerte como para admitir particularidades en su seno". Algo resumible como, "Dentro de la República, todo; contra la República, nada".
El primer dirigente francés recalcó durante su estancia en la isla su rechazo a la secesión, su negativa a que las diferencias culturales deban implicar salirse ni un milímetro del seno de la República.
En su rechazo a la cooficialidad de la lengua subrayó que el bilingüismo es ya un hecho en Córcega, apoyado y subvencionado por el Estado. Ninguna otra lengua regional en Francia recibe el sostén económico que disfruta la lengua corsa. El 80% de los colegiales corsos estudian la lengua local. Macrón advirtió de que el reconocimiento de la lengua no puede implicar que aquellos que no la hablen no puedan optar a un empleo en la isla. Es decir, hablar corso no será una exigencia para trabajar en Córcega, como lo es en comunidades autónomas de sus vecinos españoles.
Condena del terrorismo
El viaje coincidió con el vigésimo aniversario del asesinato del Prefecto de la isla, Claude Erignac, tiroteado en plena calle cuando se dirigía sin escolta a un cine. El asesinato del primer representante del Estado en ese territorio fue un mazazo psicológico para toda Francia. Cuatro años después del atentado, el nacionalista Yvan Colonna fue arrestado. En 2012, después de tres juicios, fue condenado a cadena perpetua como autor material del asesinato.
Delante de los familiares del Prefecto asesinado, Macron fue durísimo con el terrorismo corso y con el atentado a la máxima figura del Estado en la isla. Fue en ese momento cuando afirmó rotundamente que no habrá amnistía para los autores del crimen.
El último prefecto asesinado en Francia antes de Erignac fue el líder de la Resistencia, Jean Moulin, torturado y eliminado en julio de 1943. En su discurso, Macron no hizo un paralelismo con ese hecho sino que comparó el atentado de 1998 con los realizados por islamistas radicales en Francia desde 2015.
Tolerancia cero con el crimen organizado
Emmanuel Macron es el primer presidente francés que ha querido también hablar claro a los corsos, nacionalistas o no, sin las ataduras políticas que sus antecesores estaban obligados a mantener con sus redes locales. Para el Jefe del Estado, el primer problema de Córcega no es el grado de autonomía política ni el anhelo independentista, sino la seguridad, la sanidad, la vivienda y el paro juvenil. Las preocupaciones que también reflejan los sondeos de opinión en la isla.
El presidente anunció que la lucha contra el crimen organizado, la delincuencia y el tráfico de drogas será una de sus prioridades. "Tolerancia cero, insistió". Para ello, se reforzará el número de gendarmes y agentes judiciales.
Los nacionalistas habían marcado la agenda de la visita desviando la atención hacia el hecho diferencial y la independencia. El Presidente Macron, sin embargo, pretende liberar a Córcega de cierta rigidez administrativa, impuesta por el jacobinismo imperante, para desarrollar su economía. Pero alejando cualquier posibilidad de independencia. Dirigiéndose especialmente a los jóvenes corsos cerró su visita afirmando que para afrontar los problemas del presente y los desafíos del futuro, "más vale hacerlo dentro de la quinta potencia mundial".
Los nacionalistas no lo ven así y, decepcionados y "encolerizados", han asegurado que van a continuar con "la movilización del pueblo corso".
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK